La Confederación General del Trabajo ha convocado a movilización y paro general a todos los trabajadores y trabajadoras del país, retomando así acertadamente el plan de acción interrumpido hacia mediados del año pasado.

Los motivos que originan estas medidas son más que abundantes. El gobierno que se llena la boca hablando de “libertad” no permite la libre discusión salarial en paritarias y amenaza con congelar los depreciados salarios, todos los días se pierden puestos de trabajo por la apertura indiscriminada de importaciones y por un brutal ajuste que empobrece a los argentinos destruyendo el consumo popular y la industria nacional, nuestros jubilados y jubiladas perciben haberes de miseria y encima están siendo castigados por la quita de medicamentos, el sistema de salud está en una crisis que el gobierno profundiza con su política económica y una concepción mercantilista que desprecia la solidaridad e intenta destruir la obras sociales sindicales.

La soberanía nacional tiene bandera de remate, los recursos naturales son ofrecidos en bandeja a los capitales extranjeros, se suprimen funciones esenciales del estado nacional, se eliminan o entregan organismos oficiales esenciales para alimentar negocios privados en desmedro de los derechos del conjunto de la sociedad argentina y como si todo esto fuera poco, se somete de manera inconstitucional a nuestro país y a nuestro pueblo a un nuevo endeudamiento con el FMI.

El gobierno de Milei, con su desvergonzado cipayismo, avanza decididamente hacia la desintegración nacional para convertir a la Argentina en factoría de los Estados Unidos y el capital financiero internacional.

No podemos permitirlo.

Plan de acción y un programa para la unidad
Foto: Edgardo Gómez
Plan de acción y un programa para la unidad

Frente a este intolerable cuadro de situación es deber del movimiento obrero organizado formular una amplia convocatoria a todos los sectores nacionales afectados por estas políticas, un llamado a unirnos en un gran frente patriótico capaz de ponerle freno a la entrega y destrucción de la nación argentina y con voluntad de coincidir en un programa de salvación nacional asentado en la defensa de nuestra soberanía e integración en términos de cooperación justa con otras naciones del mundo, en el desarrollo integral que debe incluir necesariamente la industrialización a partir de la explotación en beneficio del pueblo de nuestras inmensas riquezas naturales, la reivindicación absoluta de la producción y el trabajo con justa redistribución de la riqueza como valores innegociables y la Justicia Social como objetivo fundamental a concretar.