El abogado de la familia de Lucas González, el adolescente de 17 años asesinado a balazos en el barrio porteño de Barracas en noviembre de 2021, pidió este martes que se condene a la pena de prisión perpetua a los tres policías de la Ciudad imputados por el homicidio del jugador de Barracas Central y penas de entre 3 años y medio y 30 años de prisión a otros 11 policías por el encubrimiento del hecho y por torturas.
Gregorio Dalbon, letrado querellante, solicitó la máxima pena para los policías Gabriel Alejandro Issasi (42), Fabián Andrés López (48) y Juan José Nieva (38), por el «homicidio cuádruplemente agravado por haberse cometido con alevosía, placer y odio racial con el concurso premeditado de dos o más personas, abusando de su función o cargo por ser miembro de una fuerza policial» de Lucas, y la «tentativa de homicidio agravado» de Julián Salas (19), Joaquín Zúñiga (18) y Niven Huanca (19).
En la continuidad de su alegato, que había sido suspendido debido a que uno de los codefensores de los tres acusados por homicidio se retiró de la sala la pasada audiencia, Dalbon reiteró que los policías acusados forman parte de la “mafia policial”.
“Ustedes (los jueces) van a desbaratar a la mafia de la policía de la Ciudad. Estamos ante un juicio de racismo, de violencia institucional. Quisieron matar a un joven por racismo”, indicó el letrado previo a señalar que las indagatorias realizadas a los 14 imputados formarán parte de su pedido de condenas.
El punto más importante de su alegato se centró en la descripción de los hechos que el abogado dijo tener acreditado y describió a los policías imputados por el crimen como “tres mafiosos asesinos”.
El letrado dijo que los efectivos de la Brigada 6 de la Comuna 4 “vieron bajar a Lucas con una gorrita blanca” y que, en ese momento, “lo eligen por el color de piel”, para luego seguirlos hasta interceptarlos y dispararles “de frente, oblicuo y de atrás, a zonas vitales”.
“El agravante por el odio racial debe ser incluido al momento de dar sentencia. Los imputados fueron a la caza y posterior extermino de uno de ellos”, afirmó el abogado, para quien “está probado que las tres pistolas (de Issasi, Nieva y López) fueron utilizadas”, ya que “mataron a Lucas y querían matar a todos”.
Sobre el final de su argumentación sobre las penas de prisión perpetua, Dalbon afirmó que “no quedó convención de Derechos Humanos y de los Niños, Niñas y Adolescentes sin que hayan vulnerado los procesados en esta causa”, afirmó que con los testimonios y la prueba esgrimida en el debate oral “se destruyó con certeza el principio de inocencia de todos los acusados” y pidió que “nunca más haya un Lucas González”, casi al borde de quebrarse emocionalmente.
El alegato de Dalbon fue seguido en la sala por los padres de Lucas, Héctor “Peca” González y Cintia López; además de los sobrevivientes con sus respectivas familias.
Testigo y víctima
Joaquín, uno de los adolescentes, fue al que más se lo notó conmovido por la situación y no pudo contener las lágrimas al escuchar el pedido de perpetua de parte del abogado. Minutos antes, Dalbon había solicitado penas de hasta 30 años de prisión para los otros 11 policías imputados.
Para Sebastián Jorge Baidón (28), oficial de la Comisaría Vecinal 4D, el abogado querellante solicitó 30 años de cárcel por el «encubrimiento» del crimen y por las «torturas» a las que sometió a Zúñiga.
“Sin orden judicial actuó, le dijo a Joaquín que dejara el celular, lo puso contra la reja y lo cacheó. Es el que le dijo a Joaquín ´de dónde sos, de Florencio Varela, sos un negro de mierda, te vamos a pegar un tiro en la cabeza´. Joaquín lo señaló con su dedo en la sala de juicio. Le dejó una secuela física y psicología que espero que la sentencia sea sanadora y pueda reconstruir su vida. Basta de estigmatizar a los chicos que tienen una visera”, sostuvo.
En tanto, Dalbon solicitó 20 años de prisión para el comisario inspector del Departamento Comunal Vecinal 4 Daniel Alberto Santana (50); el comisario de la Comuna Vecinal 4A, Rodolfo Alejandro Ozán (54); el comisario de la Comisaría Vecinal 4D, Fabián Alberto Du Santos (51); el comisario de la Comuna 4D, Ramón Jesús Chocobar (48), el comisario Juan Horacio Romero (51) y el subcomisario Roberto Inca (47) (a este último le endilgó el delito de «falsedad ideológica»), ambos de la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4.
También requirió la misma pena para los oficiales de la Comisaría Vecinal 4D, Jonathan Alexis Martínez (34), Ángel Darío Arévalos (34) y Daniel Rubén Espinosa (33).
A todos ellos los acusó «por haber ayudado a Issasi, Lopez y Nieva a eludir el accionar de la Justicia y por haber alterado rastros, pruebas e instrumentos del delito agravado doblemente por la calidad de funcionario público de los autores, por ser el delito precedente especialmente grave, privación ilegal de la libertad doblemente agravada por tratarse de funcionario público que con abuso de sus funciones o sin las formalidades prescriptas por la ley privaron de la libertad a Lucas González, Julián Salas, Joaquín Zuñiga y Nieven Huanca y porque en el desempeño de un acto de servicio omitió evitar la comisión del delito de tortura en su calidad de coautor todos en concurso real».
Por último, a Héctor Claudio Cuevas (50), cuyo testimonio derivó el pasado el 3 de junio en la detención de otro efectivo de la Policía de la Ciudad en el marco de la causa, el oficial Facundo Matías Torres, a quien acusó de haber sido quien en su moto fue a buscar a la comisaría y trajo junto al policía Issasi el arma de juguete plantada en el auto de las víctimas con el fin de simular un enfrentamiento con supuestos delincuentes, pidió 3 años y 6 meses de prisión al quitarle el delito de «omisión de evitar tortura».
“Manifestó que vio todo, que los policías actuaron mal y que la pistola se la pusieron. El fiscal (Guillermo) Pérez de la Fuente hizo una investigación sobre la geolocalización que me da la certeza de que en realidad Issasi se fue con Torres a buscar el arma de juguete, entonces le creo a Cuevas. Le creo por la escucha, le creo porque lo vi ahí sentado, le creo porque dijo que escuchaba la respiración de Lucas y no podía sacársela de la cabeza y lo vi compungido. Creemos que su arrepentimiento es verdadero, igual que su miedo”, manifestó el letrado.
Antes de finalizar el alegato, Dalbon se dirigió a los jueces Hugo Navarro, Ana Dieta de Herrero y Marcelo Bartumeu, a quienes les aseguró que “este es el primer juicio que se juntan la violencia institucional, el racismo, está en sus manos para que queda en la jurisprudencia del mundo para hacer cesar que se estigmatice a las personas”, y afirmó que “es el juicio más importante” de su vida como abogado.
La audiencia finalizó con la entrega a los padres de Lucas de la vestimenta utilizada por el adolescente el día que fue asesinado: un par de zapatillas blanca, un short deportivo, un calzoncillo azul, unos zoquetes azules, un par de aritos con brillitos y una camiseta de Barracas Central.
Al recibir las prendas en una caja cubierta de una funda azul, los padres de Lucas rompieron en llanto al igual que los sobrevivientes y sus familiares.
Cómo sigue el juicio
El juicio oral continuará el próximo jueves 22 a las 9 con el alegato por parte del fiscal de juicio Pérez de la Fuente.
El caso
Lucas y sus amigos fueron atacados a balazos el 17 de noviembre de 2021 cuando salieron de entrenar del club Barracas Central y regresaban a sus casas a bordo de un Volkswagen Suran.
En Iriarte y Vélez Sarsfield, los jóvenes fueron interceptados por un Nissan Tiida en el que circulaban tres policías de la Brigada 6 de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad que les hicieron señas para detenerse.
Como no tenían identificación policial, los chicos pensaron que podían ser ladrones e intentaron escapar, momento en que los efectivos les dispararon y un balazo impactó en la cabeza de Lucas, quien murió al día siguiente en el hospital El Cruce de Florencio Varela.