El abogado que denunció a la vicepresidenta, Gabriela Michetti, por el origen del dinero que le fue sustraído de su casa la noche que Cambiemos ganó el balotaje presidencial le pidió al juez federal Ariel Lijo que la cite a prestar declaración indagatoria, acusada por los delitos de enriquecimiento ilícito, incumplimiento de los deberes de funcionario público, omisión maliciosa y lavado de activos. La causa que dio origen a la investigación se inició con una nota de Tiempo en julio pasado.
Mediante un escrito presentado en el marco de la causa, el denunciante Leonardo Martínez Herrero consideró que con lo que hay hasta ahora alcanzaría y sobraría para citarla a prestar declaración indagatoria. Los delitos que personalmente le achaca a Michetti podrían, según la presentación, sumarte a los que les reprocha a la Fundación Suma, que encabeza la vicepresidenta.
El texto explica que el llamado a indagatoria deberá producirse sin perjuicio de continuar investigando a la Fundación Suma por otros delitos, como por ejemplo lavado de activos.
Martínez Herrero trazó una comparación entre las explicaciones que dio Michetti y trataron de respaldar los testigos que ella propuso, con la investigación por la que hoy está preso y camino a juicio oral y público el ex secretario de Obras Públicas durante el anterior gobierno, José López, por los nueve millones de dólares que intentó ocultar en un convento de la localidad bonaerense de General Rodríguez.
El abogado consideró que no sería creíble si López dijera que se ganó la lotería y llevara 22 testigos que lo acrediten con sus declaraciones testimoniales, sin que exista comprobante alguno que lo demuestre.
También podría llevar mil testigos que digan que le llevaron diez mil dólares cada uno, no dio recibo, juntó los diez millones y los llevó al convento donde las monjas le iban a extender los comprobantes respectivos más adelante, añadió en tono de conjetura de comprobación imposible.
Al no haber documentación respaldatoria, no estar bancarizado el dinero, no encontrarse el mismo ni haberse recaudado en la Fundación, sino que por el contrario se recaudó una parte en el despacho del Senado, otra parte por medio de la hermana y el resto por parte del senador Pinedo, confluyendo supuestamente todos esos sobres en un cajón bajo llave del despacho de la imputada, finalizando los mismo en su casa, sin haber pasado por la fundación, conlleva irreversiblemente a un enriquecimiento ilícito y omisión maliciosa, concluyó el escrito.
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