Esta semana un informe de la consultora Moiguer reveló que ocho de cada diez familias eliminaron de sus gastos habituales el tradicional asado, consumo paradigmático de la mesa de los argentinos y una de las tradiciones de mayor arraigo en la población.
El dato, de por sí triste, empeoró con el paso de las horas, porque las empresas que intervienen en la cadena de valor de la industria cárnica reconocieron que las expectativas de recuperación a corto plazo son prácticamente nulas.
El titular de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA), Miguel Schiariti, expresó a Tiempo que “en la medida en que sigamos con falta de reactivación y de puestos de empleo no creo que tengamos una recuperación en los próximos meses. El 75% de la carne que se produce se consume en el mercado interno”.
Por su parte, el economista Franco Artusso planteó en un informe de la Fundación Mediterránea que el precio de la carne es “el gran interrogante” de corto plazo y que hay muchas posibilidades de que vuelva a subir.
Son dos factores -menores ingresos en general y producto más caro- que complican la expectativa de que la demanda se recupere de acá a fin de año.
Un informe de CICRRA publicado el viernes indicó que entre enero y agosto el consumo aparente (el consumo total que surge de la producción menos las exportaciones) de carne vacuna por habitante fue de 46,9 kilos, un derrumbe del 12,1% que implica que en promedio cada persona consumió 6,5 kilos de carne vacuna menos que en el mismo período de 2023.
Además, en los últimos 12 meses el consumo promedio fue de 48,1 kilos por habitante por año, un 10,1% menor al que se registró en el mismo período anterior. En concreto, cada persona comió 5,4 kilos de carne vacuna menos.
Precios planchados
Esto se produce a pesar de que los aumentos del precio de la carne son menores al promedio general que se releva para el Índice de Precios al Consumidor del Indec. En agosto, el rubro Alimentos y Bebidas fue de los que menos aumentó, con una variación del 2,9%.
El subrubro Carnes y Derivados aumentó 4% en el octavo mes, apenas por debajo del promedio general. Pero los cortes vacunos tuvieron un incremento del 1,9% mensual. Con esos números, el precio creció en agosto pero menos que en julio, y el asado en particular quedó por debajo del promedio del rubro.
La tendencia de los precios no está impulsando las ventas en las carnicerías y otros comercios. El asado, en particular, resalta como el consumo alimenticio que más recortó la población en lo que va de 2024, considerando una lista de posibilidades que seleccionó Moiguer.
Salarios también
El ajuste que viene aplicando el gobierno de La Libertad Avanza obligó a los argentinos a recortar en forma contundente los consumos en comparación con el comportamiento que registró en 2023.
El informe denominado Social Mood (Humor Social), basado en consultas a 1300 personas de entre 18 y 75 años en julio y agosto de este año, dice que ocho de cada diez hogares argentinos retiró de su lista de gastos habituales las compras para el tradicional evento parrillero. Con esa proporción, el asado fue el tercer consumo más desplazado, después de los viajes en taxis, remises y vehículos de plataformas y de las salidas en pareja o con amigos.
La encuesta es un indicador potente de la caída del poder adquisitivo del salario que vienen documentando mensualmente tanto el Indec como los economistas y centros de estudios que siguen de cerca la evolución de la actividad local.
Pero también aporta señales importantes pensando en la posibilidad de que se revierta la situación en los próximos meses: ante consultas sobre la coyuntura del país, la situación personal y la capacidad de consumo, el 63% de los encuestados se definió “pesimista” (en el primer semestre de 2023 la proporción era del 59%) o con malestar, contra apenas un 5% que se consideró optimista. En tanto, sobre la percepción del consumo propio, el 67% reconoció que restringe sus consumos cotidianos contra un 26% que dijo que su capacidad de compra es positiva. El 38% proyectó que su consumo y el de su hogar van a empeorar. «