El gobierno nacional consumió hasta octubre casi todo el déficit primario previsto para todo el año 2022, de acuerdo a los datos oficiales publicados por la Secretaría de Hacienda. Según el informe, en ese mes el resultado fiscal primario (ingresos menos egresos) fue negativo en $ 330.338,2 millones. Si se incluyen los intereses de la deuda pública, el déficit financiero trepó a $ 454.248,9 millones.
Los esfuerzos por contener el gasto público no fueron suficientes. Los egresos totalizaron $ 3,825 billones en el mes, pero si se descuenta la inflación interanual se verifica una baja en términos reales de 1,7%. Sin embargo, el descenso real en los ingresos ($ 3,036 billones) fue todavía mayor: 4%.
Con esos números, el resultado acumulado de las cuentas públicas desde enero arroja un déficit primario de $ 3,190 billones, muy cercano a los $ 3,3 billones prometidos por el gobierno al Fondo Monetario Internacional. En términos del producto interno bruto, el resultado está apenas dos décimas porcentuales por debajo del tope de 1,9% del PIB.
En el Palacio de Hacienda siguen insistiendo en que el gran motor del déficit fue la sequía que redujo a la mitad la cosecha agrícola y que limitó fuertemente los ingresos por derechos a la exportación. El monto recaudado por ese concepto en octubre fue inferior al del mismo mes del año pasado ($ 172 mil millones en lugar de los $ 186 mil millones de 2022), a lo que se debe agregar la desvalorización por la inflación. “Para el periodo enero-octubre, el impacto de la sequía en la recaudación asociada a los derechos de exportación que percibe el Estado Nacional, representó una caída aproximada de más de $1,2 billones (0,7% del PIB) respecto a las proyecciones contenidas en la Ley de Presupuesto 2023”, señaló el comunicado oficial.
Otro dato que se desprende de las planillas oficiales es el rebalanceo en la recaudación impositiva. Si bien el crecimiento en Ganancias fue bajo, luego de que unos dos millones de trabajadores en relación de dependencia dejaron de estar alcanzados por el impuesto, la suma se compensó con el renglón de Otros Tributos, que subió 283,5%, entre otros factores gracias a la generalización del impuesto PAIS a las importaciones.
Entre los gastos, las prestaciones sociales subieron casi 6% en términos reales. En cambio, en los subsidios la baja fue drástica con relación a octubre del año pasado, de 42,5%, luego de las modificaciones en las tarifas de gas y electricidad que incluyeron la quita de beneficios a los usuarios de mayor poder adquisitivo.