Luego de un diálogo con Rosa Samper, directora literaria de Penguin Kids, Isabel Allende habló con la prensa de América sobre su último libro que es su  libro infantil, Perla,  la Súper Perrita, que, con ilustraciones de Sandy Rodríguez . Aborda un tema tan actual como doloroso: el bullyng.

“Fue  una idea de  Johanna Castillo (su agente de prensa) que comenzó a molestarme por años para que escribiera para niños chiquitos”, explica en tono de broma  Isabel Allende sobre el nacimiento de Perla, la súper perrita.

Y agrega: “Pero yo ya no tenía niños chiquitos alrededor porque mis nietos tienen más de 30 años y ninguno quiere tener niños, así que no voy a ser bisabuela tan pronto, al menos que haya algún accidente por ahí. Entonces no había niños y no había inspiración. Pero resulta que tengo una vecina que viene los martes y jueves con su nieta, Camila.  La niña entra a la casa gritando en inglés y lo primero que hacemos es sentarnos a leer una historia que generalmente son puros dibujos y después tomamos helados“.

perla

“Ella fue un poco la inspiración. Me di cuenta de que a esa edad y especialmente a esa niña, le gustan los animales. Yo tengo dos perros. Ella tiene una perra  y una gata, entonces siempre hay muchos animales cerca de ellas. Está acostumbrada a comer la comida del perro, a tomar el agua de perro y duerme con la gata. Esa relación entre el animal y el niño es demasiado linda como para perderla”.

“Por otra parte, continúa contando Allende sobre el origen de Perla, la súper perrita. Cuando yo nací, mi madre tenía la idea de que si uno se cría con animales, tiene  un muy buen sistema inmunológico. No te vas a enfermar nunca del estómago ni te van a salir cosas en la piel, ni alergia, ninguna de esas cosas”.  

“Entonces me compró una perra bulldog francesa y me la metió en la cama. Yo me crié con ella y nunca he tenido problemas estomacales. Yo puedo tomar agua del Ganges –bromea- y no me enfermo.  Tampoco tengo alergia a nada. Algo de esa bulldog francesa, que son perros muy potentes y poderosos se quedó en mí y llegó hasta Perla, porque Perla es una perrita fuerte que se hace notar mucho. Lo que le enseña a Nico, el protagonista, es a hacerse notar, a  hacer oír su voz y a defenderse.

Este es un mensaje que, seguramente, muchos niños necesiten escuchar para hacerse fuertes”.

Perla, la súper perrita: cómo llegó a la casa de la autora

“Perla, dice Isabel Allende, es  una perrita que llegó a mi casa casi por casualidad. Era una perrita rescatada que rescató mi ex marido, Willy. Él se murió al poco tiempo y yo heredé a la perrita. Es como un ratón.”

 “Parece una rata de alcantarilla. Imposible que haya una perra más ordinaria, pero se cree un princesa, es arrogante, es valiente y tiene un problema en las cuerdas vocales y entonces gruñe y ladra como perro policial. Su tú no la vez, crees que detrás del a reja hay un mastín y lo que hay es un ratón de porte pequeño.”

Y añade: “La queremos mucho y hemos aprendido mucho de ella. Hemos aprendido a tener confianza en uno mismo  con la vida ocupando espacio. Lo que nos pasa mucho, sobre todo a las mujeres, es que nos disminuimos. Perla, en cambio, se expande y ocupa un espacio enorme, mucho más grande que ella”.

Justamente esto es lo que le enseña Perla, la perrita con súper poderes a Nico: que hay que gritar, gruñir y mostrar los dientes para hacerse grande ante los ojos de los otros, independientemente del tamaño que se tenga. Es esta expansión la que permitirá luchar contra el bullyng, dejar de tener miedo a los otros. Si Perla se  impone con su tamaño y su formato de ratón, la cuestión no está en el físico, sino en la actitud, es lo que quiere decir la escritora desde Perla, la perrita con superpoderes.

“Los niños que pueden vivir situaciones de exclusión o incluso de bullyg en el colegio – dice Allende – se van haciendo chiquitos. Y ese es el momento en que Perla dice: `Aquí estoy yo`. Es importante encontrar la propia voz. El mensaje que Perla nos enseña sobre el bullyng es hablarlo, tomar conciencia. Cuando el niño se siente víctima se achica y no hablar del problema, primero porque le da vergüenza y después porque tiene miedo.”

“Entonces si no están los padres  y los maestros mirando, el niño pasa a ser  una víctima. Una de las pocas cosas que puedo decir de este librito es que pone el tema sobre la mesa. Si los padres y los maestros leen con el niño, pueden hablar del tema.”

Isabel Allende ha escrito también libros para adolescente  siempre que interpeló a personas que aún no son adultas, ha sido sobre temas que ellos mismos no hablan, para que ese tema pudiera ser puesto sobre la mesa.

Las preguntas sobre Perla, la súper perrita con súper poderes

Luego de su diálogo con Samper, Allende recibió múltiples preguntas de los medios periodísticos acerca de su nuevo libro, de su relación con los animales, sobre la lectura de libros en la época de las pantallas y sobre la importancia de los animales en la formación de los niños y niñas.

Entiende que hay pocos formatos que generan tanto el diálogo como el álbum ilustrado para niños, es decir, el formato de Perla, la súper perrita.

“Abrir ese diálogo me parece muy importante –afirma-. Sobre Perla no tuve que inventar nada, porque Perla existe y la aventura que cuento en el libro, también ocurrió, dice contestando una pregunta acerca de cómo fue la escritura del libro.

Y agrega: “Fuimos con ella al parque. Se soltó de la correa un perro grande y antes de que yo alcanzara a abrirme de brazos delante del mastín que la atacaba, ella se dio vuelta y lo enfrentó con todos los pelos parados, rugiendo como un león y con espuma en la boca por la rabia. El perro grande dio media vuelta y echó a correr. Ella corría detrás ladrándole, aunque no le alcanzaba ni a los talones. Fue algo  tan particular, que la gente tomaba fotos.”

“Ese incidente que ocurrió me dio la idea de que los abusadores son cobardes: cuando uno los enfrenta, escapan. Siempre abusan del más débil, del más pequeño y, si pueden, tienen una pandilla, dos o tres que los ayudan porque solos no se atreven. Entonces, el mensaje de  esto es que el abusador es cobarde y hay que enfrentarlo.”

La escritora aseguró que se aburre si repite fórmulas y que, por esa razón no puede hacerlo, todos sus libros son distintos. La única vez que repitió un formato, no un contenido, fue en su trilogía para jóvenes El águila y el jaguar pero sólo pudo escribir tres volúmenes “porque me gusta el desafío de algo nuevo, el desafío de una novela histórica, de una novela literaria….de una memoria.  Lo único que no puedo escribir son libros de autoayuda, que tampoco puedo leer.”

Dijo, además, que es más fácil escribir para adultos que para niños, sobre todo para niños  muy chiquitos, “porque las palabras son muy pocas, la historia lineal con protagonistas fuerte y pocos. Y a mí me gusta escribir sagas, novelas complicadas, en las que pasa de todo y en las que necesito 360 páginas para contar algo.  Entonces, cuando lo tengo que hacer en una línea, es muy difícil.”

“Pero con Perla, la súper perrita, aprendí una cosa importantísima y es que yo no tengo que decirlo todo en una libro para niños, la ilustradora o el ilustrador ponen la mitad del cuento. No tengo que describir cómo es la casa donde vive Perla, no tengo que decir que el padre de Nico es norteamericano y su mamá, latina, porque eso lo muestra la ilustradora. Entonces se da esa complementación fantástica con Sandy. Creo que deberían estar entrevistándola a ella y no a mí porque las ilustraciones son muy superiores al texto”.

Recalcó luego el papel fundamental de la literatura infantil en la formación de valores. “Yo quise escribir esta historia desde el punto de vista de Perla- afirmó- para que no pareciera que yo le estoy predicando nada al niño, porque no tengo nada que enseñarle a un niño. Este ha sido un problema, porque mi perra se ha puesta tan arrogante que ya no se puede estar con ella. Se cree la Coca Cola del desierto”.  

Respeto de las pantallas expresó: “Es posible que estén reemplazando al libro, a la página, pero no al deseo ni a la necesidad de  escuchar  historias porque las  historias son algo más antiguo que la humanidad”.

Perla y el bullyng, un refugio y una lección

Respecto del bullyng en relación con las redes sociales opinó que estas han contribuido a que el bullyng se haya intensificado en estos tiempos “porque ahora hay bullyng anónimo y virtual que ha llevado a niños incluso a cometer suicidio porque es mucha la presión social a esa edad  y, desgraciadamente, es muy difícil controlar”.

“Tal vez puedes controlar el bullyg en una clase, en la escuela, pero el de las redes sociales es tremendo y produce no sólo agresión, sino también exclusión. Los niños que se sienten excluidos sufren casi tanto como es agredido de manera directa”.

Para ejemplificar, se refirió a su propia experiencia. “Yo nunca  sufrí abusos, pero debido a que era hija de diplomáticos, cambiaba con frecuencia de país, de escuela, no tenía amigos. Eso me daba tanta vergüenza que a veces me tapaba la cara con un libro aunque no estuviera leyendo para que no se notaba que estaba sola y nadie quería jugar conmigo. Además, era pésima para los deportes y tenía una voz terrible con la que no podía cantar en el coro. Siempre era la niña nueva y era tímida, no me atrevía a acercarme. Entonces siempre me sentí excluida y me refugiaba en los libros.”

Perla, la súper perrita es un refugio que, a los 81 años, Isabel Allende les ofrece a los niños que sufren bullyng no sólo para que sepan que no son los únicos, sino también para que sepan que la fortaleza no tiene que ver con el tamaño ni con la condición, sino con una actitud y que un cambio de actitud puede mejorar en mucho la vida de un niño que sufre. No es una receta infalible, sino un modo de animar a los más pequeños a confiar en sus propias fuerzas.