José Mujica, expresidente de Uruguay y referente de la izquierda latinoamericana, anunció que tiene un tumor en el esófago cuyo tratamiento es «complejo» por una situación preexistente de salud, pero prometió seguir en la escena política y se dijo «agradecido» por su vida.
El exmandatario, que el 20 de mayo cumplirá 89 años, informó en rueda de prensa que se enteró de la existencia del tumor el viernes pasado durante un chequeo médico. «Es algo obviamente muy comprometido», señaló el Pepe.
«Y es doblemente complejo en mi caso porque padezco una enfermedad inmunológica hace más 20 años que me afectó entre otras cosas los riñones, lo cual crea dificultades para técnicas de radioterapia o de cirugía», explicó.
Apuntó que los médicos están evaluando los pasos a seguir, pero estimó que la situación no parece fácil. «En mi vida más de una vez anduvo la Parca rondando el catre, pero me siguió pastoreando (…) Esta vez me parece que viene con la guadaña en ristre y veremos lo que pasa», afirmó.
Mujica, un exguerrillero que estuvo preso en total 15 años, lidera el Movimiento de Participación Popular (MPP) y gobernó Uruguay de 2010 a 2015 con el Frente Amplio, aseguró que «mientras pueda» seguirá militando políticamente, «fiel» a su pensamiento.
«Mientras el rollo aguante voy a estar», afirmó.
En su breve declaración en la sede del MPP en Montevideo, Mujica dedicó palabras a los jóvenes: «Quiero transmitirles que la vida es hermosa y se gasta, se va, y el quid de la cuestión, triunfar en la vida, es volver a empezar cada vez que uno cae».
«Si hay bronca, que la transformen en esperanza y que luchen por el amor, no se dejen engatusar por el odio. Si los llega a atrapar la droga, no se queden solos, nadie se salva solo. Pidan colaboración, luchen».
«La única libertad que existe está en la cabeza y se llama voluntad, y si no la utilizamos no somos libres», enfatizó. «La vida es tan hermosa que no tiene sentido que la sacrifiquen por estupideces».
«Por lo demás, estoy agradecido, y al fin y al cabo, que me quiten lo bailado», concluyó entre aplausos y gritos de «¡Vamos Pepe!».
Mujica se integró a la guerrilla Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros a mediados de los años 1960. Cayó preso en 1972, y permaneció tras las rejas durante toda la dictadura cívico-militar que comenzó en Uruguay en 1973 y se mantuvo hasta 1985. Un cuarto de siglo después se convirtió en presidente de su país.