Hay historias que se gritan con la misma pasión con la que se canta un gol porque su eco no puede ser silenciado. La Peña Leprosa 17 de Octubre asumió el compromiso de contar esas historias y hacer justicia con la memoria de los socios de Newell’s detenidos desaparecidos durante la última dictadura. No se trata solo de recordar, sino de reivindicar a quienes encontraron en la tribuna un lugar de identidad y en la militancia un camino de transformación.
El trabajo de la peña comenzó con un pedido concreto a la dirigencia del club: conocer el listado de socios víctimas del terrorismo de Estado. La respuesta fue positiva y el resultado, esclarecedor. Trece nombres y una ausencia que se impone en la memoria. Entre ellos, Roberto De Vicenzo y Miriam Susana Moro, pareja e hinchas apasionados, desaparecidos el 17 de octubre de 1976; Eduardo José Toniolli, secuestrado el 8 de enero de 1977, que soñaba con que su hijo heredara su amor por la Lepra; y Armando Giordano, secuestrado el 1 de julio de 1977, que con un pacto selló la lealtad hacia su amigo Noni Ceruti, el único sobreviviente de esta lista.
También están los nombres de Alberto Campitelli, desaparecido el 19 de abril de 1977; José María Elena, el 27 de noviembre de 1976; Raúl Hugo Gerez, secuestrado el 1 de octubre de ese mismo año; y Néstor Raúl Girolami, cuya ausencia se impuso el 1 de junio de 1977. Entre las historias también está la de Jorge Luis Norberto Guinzburg, a quien se lo llevaron el 26 de octubre de 1976; Ricardo Horacio Massa, desaparecido el 16 de noviembre de ese año; Alberto Félix Silva, secuestrado el 27 de noviembre; y Miguel Ángel Torres, víctima del terrorismo de Estado el 15 de enero de 1977.
«Buscamos recuperar la memoria, pero también el vínculo de estos hinchas con el club que amaron», explica Marianela Sorrequieta, presidenta de la peña. El camino no fue sencillo. Antes de llegar a este homenaje, realizaron un extenso trabajo de investigación que incluyó entrevistas, consulta de archivos y reconstrucción de historias.
«Hicimos un gran trabajo de campo, porque queríamos darle a cada nombre su historia y su identidad. No se trata solo de una lista, sino de personas que tuvieron sueños, luchas y una pasión por Newell’s que la dictadura intentó borrar», agrega.
Pero la memoria no solo se construye en la calle, también se plasma en los colores, en los muros y en la tierra. La peña llevó adelante múltiples acciones para reivindicar a los hinchas desaparecidos: murales en su honor, la siembra de árboles en Bella Vista y hasta ollas populares durante la pandemia, porque la militancia que los socios leprosos abrazaron en los años 70 sigue viva en la lucha por una comunidad más justa.
La labor de la Peña 17 de Octubre, más allá de Newell’s
Además, la Peña 17 de Octubre forma parte de la Coordinadora de Hinchas de Rosario, un espacio de militancia que nuclea a distintas agrupaciones comprometidas con la memoria y la solidaridad. Desde allí, colaboran en diversas iniciativas barriales, como la organización de ollas populares y jornadas para las infancias en distintos barrios de Rosario. En cada una de estas actividades, los colores del club y las banderas del peronismo se hacen presentes, reafirmando el compromiso con la identidad popular.
La peña también participa activamente en las reuniones de Juicio y Castigo y en todas las movilizaciones del 24 de marzo, Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. «Nuestra bandera siempre está en el alambrado de la cancha y en cada marcha. Como peña, estamos distribuidos en distintos barrios de Rosario, pero nos nucleamos y aunamos fuerzas con otras peñas en el camino de reivindicar la memoria colectiva y en el constante compromiso de militar la memoria», cuenta Marianela.
En 2021, en el marco de la campaña Plantemos Memoria impulsada por Abuelas de Plaza de Mayo, la peña sembró memoria en el predio de Bella Vista, recordando no solo a los socios desaparecidos sino también a Juane Basso, periodista y militante de Hijos Rosario. Cada acción es un mensaje claro: el club es más que fútbol, es historia, identidad y compromiso.
La memoria de estos hinchas no quedó en el olvido. Su legado está en cada bandera que la peña lleva a las calles, en cada nombre recuperado y en cada tribuna que los sigue esperando. Porque reivindicar a los desaparecidos es, también, gritar que su historia sigue viva en el corazón rojinegro.