El presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, anunció sorpresivamente este miércoles que evalúa dimitir y que dará a conocer su decisión el lunes, debido a una investigación judicial sobre su esposa por presunta «corrupción».
«Necesito parar y reflexionar» sobre «si debo continuar al frente del gobierno o renunciar a este alto honor», señaló el mandatario en una carta a la ciudadanía publicada en la red social X.
Sánchez, en el poder desde 2018, indicó que comparecerá «ante los medios de comunicación (…) el próximo lunes, 29 de abril» para dar a conocer su decisión, y hasta entonces canceló su agenda pública.
La investigación preliminar sobre su esposa, Begoña Gómez, por sospechas de tráfico de influencias y corrupción, fue abierta el 16 de abril ante una denuncia de Manos Limpias, un colectivo cercano a la extrema derecha, según anunció este miércoles el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Las diligencias son «secretas», indicó la corte.
Sánchez, de 52 años, reelegido por el Parlamento en noviembre, rechazó la denuncia, que a su juicio está basada en hechos «inexistentes», y la enmarcó en una «estrategia de acoso y derribo» en su contra de «medios de marcada orientación derechista y ultraderechista», respaldada por los partidos de la derecha y la extrema derecha.
«No soy un ingenuo. Soy consciente de que denuncian a Begoña no porque haya hecho algo ilegal (…), sino por ser mi esposa», escribió Sánchez.
Rescate de Air Europa
La decisión de la justicia se conoció después de que el medio digital El Confidencial revelara este miércoles que los investigadores examinaban los vínculos de Gómez con con el grupo turístico español Globalia, propietario de la aerolínea Air Europa, cuando esta última mantenía conversaciones con el gobierno para conseguir un rescate durante la pandemia de covid-19.
En aquel momento, Gómez dirigía el IE Africa Center, una fundación relacionada con la escuela de negocios Instituto de Empresa (IE), un cargo que abandonó en 2022.
El Confidencial afirmó que el IE Africa Center firmó en 2020 un acuerdo de patrocinio con Globalia y que la esposa del jefe de Gobierno «se reunió en privado con el consejero delegado del ‘holding’ turístico, Javier Hidalgo, en las propias oficinas de la compañía».
En noviembre de 2020, el gobierno de Sánchez ofreció una línea de ayuda de 475 millones de euros (507 millones de dólares al cambio actual) a Air Europa, surgida de un fondo de 10.000 millones de euros destinados a apoyar a empresas estratégicas en dificultades por la pandemia.
La compañía española fue la primera de muchas otras que se beneficiaron de ese fondo.
“Prácticas trumpistas”
Tras la publicación de la carta, el Partido Popular (PP, derecha), principal formación de la oposición, pidió a Sánchez «aparecer ya para dar una explicación razonada de los escándalos que rodean a su partido, a su Gobierno y a su pareja», en lugar de «desaparecer» hasta el lunes.
El mandatario apuesta «por la victimización y la lástima en lugar de por la rendición de cuentas y la claridad», subrayó el PP en un mensaje en X, dando a entender que su amenaza podría ser una simple estrategia política.
Personas del entorno de Sánchez salieron a defenderlo, como la número tres del Gobierno, Teresa Ribera, quien escribió en X: «Tenemos un presidente de primera. Ni él ni su familia merecen esto».
Horas antes, la número dos del Gobierno, María Jesús Montero, había calificado la denuncia contra la esposa de Sánchez de «prácticas trumpistas».
El PP utiliza «una denuncia falsa de una organización ultraderechista para difamar e injuriar a la presidencia del Gobierno», indicó.
Manos Limpias, fundado en 1995, ha estado detrás de varias querellas en los últimos años y ha actuado como parte civil en muchos casos de corrupción.
Se lo considera próximo a la extrema derecha, entre otras cosas por la personalidad de su fundador, Miguel Bernad, antiguo dirigente del partido Frente Nacional, disuelto en 1993.
Acusado de participar en una red de extorsión, Bernad fue condenado a cuatro años de prisión en julio de 2021, pero finalmente fue absuelto en apelación por falta de pruebas.