El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está endureciendo las sanciones hacia Cuba por su apoyo al mandatario venezolano Nicolás Maduro, pero hay un grupo de estadounidenses que se atreve a desafiarlo y viaja a la isla de manera solidaria para llevar ayuda. Se denominan «Pastores por la Paz».
«Cada año queremos organizar una caravana como un desafío, como una expresión de amor y amistad con la gente de Cuba», dijo a dpa Gail Walker, líder del grupo.
Walker considera que los viajes sirven para cambiar la visión que hay sobre la isla en la opinión pública estadounidense. «Ojalá la gente de Estados Unidos venga a conocer Cuba», agrega.
El Gobierno de Estados Unidos no permite a sus ciudadanos hacer oficialmente turismo en la isla pero sí la pueden visitar con una licencia bajo determinadas condiciones.
El mes pasado, el Departamento del Tesoro y Comercio de Estados Unidos endureció la política hacia Cuba con la restricción de los viajes culturales a la isla, conocidos como «People to People», así como las visitas con barcos y aviones privados, algo que supone un mazazo para la maltrecha economía cubana.
«Que gente como nosotros venga a a Cuba es un ejemplo de que se puede cambiar la situación en Estados Unidos, por eso hay que conocer Cuba directamente», indica Gail Walker.
La Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria IFCO-Pastores por la Paz fue creada en 1967 por el reverendo estadounidense Lucious Walker, quien se convirtió en un buen amigo del líder cubano Fidel Castro.
Lucious Walker falleció en 2010. Su hija Gail Walker tomó las riendas del grupo. Entre 1993 y 2011, la organización llevó 400 toneladas de ayuda humanitaria a la isla entre material didáctico y médico además de autobuses de transporte escolar.
Bill Hill tiene 73 años y ha visitado Cuba en 35 ocasiones, 28 de ellas como integrante de la caravana. Este veterano de la guerra de Vietnam es el más fogueado de los integrantes de la caravana y le llaman Bill «el cubano».
Hill conoció a «Pastores por la Paz», cuando este grupo realizó una huelga de hambre de diez días como protesta para poder viajar a Cuba desde Estados Unidos para llevar material humanitario.
«Cuando era muy joven me enviaron a Vietnam a matar personas inocentes sin preguntarme, ¿y ahora no quieren que venga a Cuba a ayudar?», dice Hill y asegura que continuará viajando a la isla.
Tras la caída del bloque soviético en la década de 1990, La Habana se quedó sola en su batalla contra Estados Unidos, que aprovechó ese momento de crisis económica para reforzar el embargo a la isla con la aprobación de las leyes llamadas Torricelli y Helms-Burton.
En ese contexto geopolítico el grupo «Pastores por la Paz» jugó un importante papel de lobby a favor del Gobierno de Fidel Castro desde dentro de Estados Unidos para normalizar las relaciones entre ambos países.
En 1992 se realizó la primera Caravana de Pastores por la Paz para llevar ayuda humanitaria a la isla desde Estados Unidos cruzando la frontera por México.
En esta edición participaron unas 40 personas, que en su país son activistas sociales comunitarios y que recorrieron 46 ciudades antes de llegar a la isla.
Aunque los medios de comunicación estatales dieron un perfil bajo a la visita, evitando cualquier reacción desde el Gobierno de Estados Unidos, las autoridades cubanas sí dieron importancia al gesto en tiempos convulsos. Los visitantes fueron recibidos por el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, que tuvo una reunión con ellos a puerta cerrada.
Durante el encuentro en el emblemático Palacio de la Revolución, Díaz-Canel les agradeció «la valiosa labor de solidaridad que realizan los Pastores por la Paz, quienes representan los más nobles sentimientos del pueblo estadounidense».
«Es un hombre muy amable y simple, habló con nosotros con normalidad», dijo a dpa Gail Walker, sobre el encuentro con el dirigente cubano.
Daniel López, un mexicano que también integra la caravana, señaló que el objetivo del viaje es «denunciar la actitud de los círculos de poder estadounidenses hacia Cuba, muy diferentes de la posición de su pueblo».