Como en un videojuego de aquellos clásicos de Sacoa, en el que hay que superar varias pantallas para llegar al final. O como en una negociación en la que hay que congeniar el interés colectivo con las conveniencias personales. Así se está gestando el polo opositor más competitivo que, además, este miércoles se presentó en sociedad con su flamante denominación: será el Frente de Todos.
Los pilares de esta construcción transversal en lo político y en lo social, y con una pata también en el mundo de los trabajadores y los empresarios PYMES, son Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa. Pero la definición que resta, como se sabe, es de qué modo se instrumentará la participación electoral de Massa en la coalición que se unió con el objetivo de llegar al gobierno y terminar con el ciclo político de Mauricio Macri.
Una de las alternativas que se baraja es que Massa compita en las PASO con una fórmula presidencial propia. Para esta alternativa podría ayudarlo el diputado y ex gobernador Daniel Scioli: en efecto, una de las versiones que circula en voz baja cerca del ex intendente de Tigre es que un borrador tentativo e interesante de fórmula a presidente y vice podría ser Massa-Scioli. Hace unos días se habló también de un eventual binomio integrado por Massa y Natalia De la Sota, hija del fallecido ex gobernador de Córdoba y representante del cordobesismo.
La dificultad y el desafío que implica realizar una PASO es que, si no se modifica el piso electoral del 25% para la representación por minoría en cada cargo, quien aspire a obtener representación debe como mínimo obtener un voto por cada cuatro que coseche el rival.
La otra opción, si prevalece el acuerdo total, es que el tigrense sea primer candidato a diputado nacional. Esta posibilidad, por supuesto, presupone llegar a un acuerdo en otros aspectos de la negociación: el municipio de Tigre, otras intendencias bonaerenses, las listas seccionales de diputados y senadores en la provincia de Buenos Aires, los candidatos a diputados nacionales.
En el caso de que se realicen primarias, Massa tendrá que resolver una serie de escollos complicados: por un lado, conseguir financiamiento para una campaña que seguramente será muy costosa; por otro lado, reunir un elenco numeroso de candidatos que lo representen en la puja con el binomio Fernández-Fernández. No es fácil disponer de un staff lo suficientemente amplio que le permita presentar boleta propia en todas las categorías del orden nacional. Massa, se sabe, tiene una relación de bastante cercanía con empresarios como Daniel Vila, Jorge Brito y José Luis Manzano.
En el comando del Frente de Todos conocen todas estas alternativas. Fuentes que siguen muy de cerca el armado aseguran que de todos modos el objetivo primordial que prevalecerá es la búsqueda de la mayor eficiencia en términos electorales.
“Vamos a analizar todas las hipótesis y se adoptará por la que le dé más potencia a la coalición. Una PASO podría movilizar a la fuerza pero, en el caso de ser derrotado, el nombre de Sergio no estará en la boleta al momento de la elección general. Quizá sea conveniente que Massa esté en la boleta hasta el final”, evaluaron en diálogo con Tiempo desde el equipo de campaña opositor.