Al mismo instante que Conmebol anunciaba en su cuenta oficial de Twitter que el partido se postergaba a las 18, dos futbolistas se fueron en ambulancia a una clínica para hacerse ver por las molestias causadas al ingreso del micro, cuando fue atacado por hinchas de River y afectados por los gases lacrimóngenos que tiró la Policia para dispersar.  El ómnibus sufrió la rotura de los vidrios y los gases tirados por la fuerza de seguridad llegaron directo a los futbolistas xeneizes. César Martucci, dirigente de Boca, aseguró que la seguridad se vio desbordada y por eso procedió a reprimir y esos gases terminaron afectando al plantel visitante.

Los incidentes ocurrieron en el ingreso de Avenida Lidoro Quinteros, la diagonal que va de Libertador a Figueroa Alcorta. “Era tierra de nadie, fue una zona libertada”, aseguró Francisco Franconieri, vocal suplente de Boca.

Los jugadores xeneizes no fueron los únicos que la pasaron mal en el ingreso. Además, los hinchas millonarios insultaron y escupieron a la comitiva oficial en la que ingresaban el presidente de AFA, Claudio Tapia; el presidente de la CONMEBOL, Alejandro Domínguez y el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. En las redes sociales, muchos usuarios recordaron que el presidente Mauricio Macri y la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, habían pedido que estos partidos se jugasen con público visitante.