El verde que en una época supo tener fue tapiado por un gris insulso, frío, distante. En su superficie montaron varias toneladas de cables, caños, fierros de distintas medidas y diferentes maquinarias. Con el tiempo armaron oficinas. Más tarde, dependencias de empresas privadas y, tras varios años de ocupación, fue abandonado. A la vista de quienes viven en el barrio de Parque Patricios, el parque dejó de ser lo que era: los roedores merodeaban la basura acumulada, los bancos rotos, los monumentos destruidos, los árboles añosos en estado calamitoso.
El Parque Uriburu estuvo sitiado durante 13 años por un gran obrador que ocupaba un tercio del lugar. En su frente había un cartel con la firma de la empresa Techint fechado en 2012 que anunciaba obras de ampliación de la Línea H.
Tras varios años de reclamos, el Gobierno porteño prometió que lo iba a remover en noviembre pasado. Esperó un tiempo prudente y la remoción comenzó en medio de la campaña electoral. Tras varias semanas, finalmente sacaron el cemento y el resto de las maquinarias.
“En realidad nunca más se comunicaron con nosotros, la única vez que logramos que nos digan algo fue en esa reunión de vecinos donde nos dijeron que lo iban a sacar en enero, y bueno, ahora recién lo están sacando”, contó a Tiempo Federico Hartenstein, otros de los vecinos que integran «Devuelvan el Parque Uriburu» y de la Asamblea de Parque Patricios.
El referente vecinal señala que sólo ven los avances de la quita del depósito a través del muro, pero que ningún funcionario quiere recibirlos. “De hecho nos echan a veces cuando sacamos fotos y filmamos videos, pero nunca se comunicaron, ni siquiera respondieron las cartas. Lo que queremos es que vuelva a ser un parque con 80% verde y que los vecinos tengamos participación en lo que se haga y que arreglen todo el desastre que hicieron”, agrega.

La parte del parque que no estaba ocupada se encuentra en estado de abandono y un gran basural forma parte de una imagen desoladora. Los bancos rotos, los árboles quemados, los monumentos robados, y el resto destrozados.
“Los vecinos queremos que planten árboles, que no empiecen a llenar todo de cemento de nuevo con la excusa de la puesta en valor y todo eso”, termina Hartenstein.
En noviembre pasado, las y los vecinos cansados de esperar que el GCBA empiece a poner en condiciones el Parque, plantaron 40 especies nativas de árboles. Una respuesta colectiva ante la ausencia del Estado.
La crónica del abandono
La crisis por la que atraviesa el Parque Uriburu comenzó durante la intendencia de Mauricio Macri, se profundizó durante la gestión de Rodríguez Larreta y se estableció en los primeros 11 meses del gobierno de Jorge Macri. El espacio verde del barrio de Parque Patricios no sólo sufre la desidia y el abandono de la administración porteña, hace 12 años un terció del lugar fue cedido a la empresa Techint para montar un gran depósito a cielo abierto. En ese contexto, algunos de los monumentos y bancos del Uriburu están rotos, algunos árboles prendidos fuego, mucha basura acumulada y roedores que merodean entre los residuos.
Pasaron los dos gobiernos de Larreta, los reclamos se profundizaron para que el Uriburu vuelva a ser un Parque. Nada pasó. Tras la llegada de Jorge Macri los vecinos siempre fueron ignorados, querían ser recibidos por alguna autoridad pero nadie los recibió.
El pasado 31 de octubre, la agrupación de vecinos y vecinas “Devuelvan el Uriburu”, aprovechó un encuentro del GCBA de primera y segunda línea, como la vicejefa de gobierno Clara Muzzio, con vecinos de la Comuna 8. La propia Muzzio se comprometió a que el próximo 14 de noviembre comenzaban a desmantelar el depósito ilegal que montó la empresa Techint y que, según el propio gobierno, hoy está en manos de la empresa estatal SBASE.
El desmantelamiento comenzó un poco más tarde, algunos dicen que justo en medio de la campaña electoral.