A pesar del discurso oficial de un supuesto acuerdo del Ejecutivo con las universidades, la situación está lejos de resolverse. Y a un mes de la marcha histórica los ecos siguen resonando. En cada universidad se vive un mundo propio. Ocurre en una de las más grandes del Gran Buenos Aires: la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM).

Tiempo acompañó a su comunidad educativa que, ante el ajuste presupuestario que está llevando adelante el gobierno de Javier Milei, como todas las casas de altos estudios del país, realizó una marcha de antorchas en la tarde del miércoles y este jueves participó del paro nacional sin asistencia al lugar de trabajo.

La marcha de antorchas se realizó desde el Campus Miguelete hasta la Plaza San Martín. Allí leyeron un comunicado. Lo hicieron para reclamar ante el desfinanciamiento de todas las universidades públicas nacionales, a pesar de las declaraciones del vocero Manuel Adorni, dando por terminado (supuestamente) el conflicto.    

El arreglo de la UBA con el gobierno

¿Por qué decidieron realizar la jornada de lucha y el paro? “Porque después de la histórica marcha del 23 de abril las demandas que expuso el Frente Sindical Universitario no fueron respondidas”, aseguró Luciana Strauss, secretaria gremial de ADUNSAM, a Tiempo. El gobierno arregló solo con la Universidad de Buenos Aires (UBA); “un aumento del gasto de funcionamiento del 270% dejando fuera a más de 60 universidades nacionales”, agregó.

Reclaman encarecidamente “que se trate a todas las universidades por igual”. Porque los salarios “siguen muy atrasados según la inflación, me refiero tanto al área docente como así también no docentes”, apuntó Strauss.

Lo que quedó más desfasado en la lucha universitaria son los sueldos, que representan casi el 90% del presupuesto. Luciana agregó que hay un 50% de atraso en los salarios: “El lunes pasado hubo paritarias con el gobierno nacional, participaron los representantes de los distintos sindicatos del Frente Sindical Universitario e impusieron un aumento del 9%. Las paritarias no vienen siendo paritarias, sino simplemente una comunicación o una imposición de cuál es el monto del aumento”.

La jornada de lucha fue para defender la universidad pública, gratuita y de calidad, remarcó Strauss, «y para decir ‘estamos en pie y que vamos a defenderla porque es el presente y el futuro de nuestro país’”.

Ante esta situación de resistencia y lucha conformaron el Frente Sindical Universitario UNSAM. Está integrado por el sindicato no docente APUNSAM; el sindicato docente ADUNSAM y los Centros de Estudiantes de esta casa de altos estudios.

Continuó relatando: “frente a los intentos del gobierno nacional de dividirnos, nosotros respondemos desde la unidad con toda la comunidad universitaria”.

Dos dimensiones del ajuste

El ajuste tiene dos dimensiones, “una tiene que ver con gastos de mantenimiento y la otra con los salarios”, explicó a este diario José Garriga Zucal, académico de la Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales (Escuela-IDAES). Los gastos de mantenimiento “están congelados desde septiembre del 2022 con el aumento de una inflación exacerbada hasta la actualidad”, aseguró.

También dijo que para estos gastos están recibiendo “muy poco dinero, no alcanza para cubrir todas las necesidades de la institución; además es la parte más chica de lo que debemos recibir”, reclamó el académico. Les están dando “una cuota mucho menor a la que en realidad necesitamos, todas las universidades nacionales estamos en la misma situación, no podemos pagar la luz, el gas, la seguridad, la limpieza, entre otras cosas”, agregó.

Cabe destacar que el dinero que reciben las casas de altos estudios nacionales para gastos de funcionamiento de las instituciones, solo representa el 10% del presupuesto universitario total que el gobierno debería destinar.  

El ajuste en términos concretos en el día a día de la universidad “se nota en algunas cuestiones que son muy gráficas y muestran el recorte que estamos padeciendo”, contó el académico. Por ejemplo, “no hay papel higiénico, el pasto del Campus está cada vez más alto, ya no hay tanto personal de seguridad, por eso tuvimos que cerrar una de las puertas de acceso a la universidad, todo esto que antes podíamos pagar ahora no podemos”, concluyó.      

Universidad pública orgullo nacional

“Considero que se tocó una fibra constitutiva de la idiosincrasia argentina, la universidad pública es sin duda un orgullo nacional”, expresó a este diario Yanina Aricuri, referente del centro de estudiantes Construir UNSAM y consejera de la Escuela-IDAES.

Por eso la respuesta fue contundente, “el país entero se movilizó”, señaló la referente estudiantil. Continuó relatando, “sabemos lo importante que es defender a nuestras casas de altos estudios, porque la mayoría de los estudiantes de las universidades del conurbano somos 1era generación universitaria en nuestras familias, hijos e hijas de trabajadores”, enfatizó.

Estas medidas de fuerzas que implementaron “representa nuestro deseos y aspiraciones, no sólo en términos individuales, sino familiares y colectivos”, ahondó Aricuri. Tener un título universitario en Argentina, “es posible gracias a la gratuidad universitaria”.

Por eso, todas las universidades a lo largo y ancho del país “realizaron actividades de visibilización y movilización, en nuestro caso lo hicimos con antorchas desde el Campus de la UNSAM hacia la Plaza Central San Martín”, reconstruyó la referente estudiantil. Finalizó agradeciendo “el acompañamiento de los vecinos sanmartinenses”.