La multinacional Linde Praxair produce oxígeno, helio, argón, dióxido de carbono, nitrógeno, hidrogeno, acetileno y abastece a la industria automotriz, siderúrgica, alimenticia, petrolera, de bebidas gaseosas, y oxígeno medicinal a hospitales y clínicas. Desde su fusión entre la compañía alemana (Linde) y la norteamericana (Praxair), cuenta con cinco plantas en el país que explican el 50% de la producción de ese bien en el mercado local. Son tres las compañías que monopolizan, en total, el 90% de la producción de gas para tubos de oxígeno.
El 31 de enero venció la conciliación obligatoria que había dictado la Secretaría de Trabajo luego del conflicto que comenzó el 5 de diciembre de 2024. La patronal, lejos de revisar lo actuado, una vez vencida la tregua pautada el 20 de diciembre, impidió el último día del año el ingreso de seis trabajadores a sus puestos de trabajo desafiando el tejido gremial y la capacidad de respuesta de los trabajadores.
Por ese motivo, desde las 6 de la mañana, los trabajadores de la planta de Pacheco se reunieron en asamblea junto con la conducción del Sindicato Químico (SPIQyP) y decidieron retomar el plan de lucha con retención de tareas.
En el mismo momento, las y los trabajadores de Linde Praxair de Pilar, Avellaneda, Ensenada y Lanús se convocaron solidariamente en asamblea permanente con cese de actividades lo que redundó en un paro total de actividades en todas las plantas de la compañía.
En un comunicado la comisión interna de la planta Pachecho destaca que “Linde Praxair desde su fusión es la empresa de gases más importante del mundo. La producción de gases está monopolizada con tres empresas que controlan el 90% del mercado mundial (Linde Praxair más del 50%, Air Liquid y Air Products-Indura). En Argentina las tres empresas controlan el 90% del mercado. En los últimos años, estas multinacionales fueron multadas en Argentina (2005), España, Holanda, México, Chile, Perú por concertación de precios, reparto del mercado y restricción de la competencia”.
En particular la multinacional Linde Praxair en Argentina cuenta con un frondoso historial de prácticas antisindicales y discriminatorias. En Linde San Martin, recuerdan los empleados, “en 2016 ante los reclamos de la comisión interna cerró el establecimiento y despidió a todos los sindicalizados trasladando a otros establecimientos a los no afiliados al sindicato”.
En la sede de Pachecho, desde que abrió el establecimiento en 1996 nunca hubo afiliados al sindicato. En 2005, cuentan los trabajadores en su comunicado “para impedir la sindicalización la patronal echó a Maximiliano Arecco (candidato a delegado). Luego de dos años de lucha y fallos judiciales Arecco fue reincorporado en 2007, pero la patronal llevó el caso Arecco c/Praxair a la Corte Suprema que en 2011 ratificó la reincorporación y exigió a la patronal el cese de su actitud discriminatoria y antisindical. Ahora, en el mismo establecimiento en una actitud revanchista y antisindical, de los seis despedidos cuatro fueron delegados en años anteriores (entre ellos Arecco nuevamente) o activistas desde el origen de la organización”.
Los trabajadores denuncian la actitud patronal que, durante la pandemia, se benefició con la esencialidad de los trabajadores “y la producción de oxígeno medicinal se triplicó (más de 320%)”. Mientras duró la pandemia, dicen, “fuimos las y los trabajadores de Linde Praxair quienes en extensas jornadas de trabajo, postergando descansos y vacaciones, poniéndonos en riesgo a nosotros y a nuestras familias, generamos protocolos internos para la prevención del Covid y garantizamos el abastecimiento de oxígeno medicinal a los hospitales, clínicas y a toda la población que lo necesitó mientras los gerentes permanecían en sus casas haciendo cuentas de sus ganancias extraordinarias”.
Los trabajadores denuncian que “desde el final de la pandemia que coincidió con la fusión, la patronal en Pacheco empezó a amenazar con despidos y del cierre del establecimiento porque supuestamente somos caros. Paralelamente la empresa aduce una supuesta crisis que no se refleja en sus últimos balances que evidenciaron ganancias extraordinarias”. Lo cierto es que la empresa pretende avanzar en una reforma de los convenios para incrementar la productividad y, para eso, necesita quebrar la organización gremial interna.
Los mismos trabajadores señalan que “con la organización en el lugar de trabajo en 2005-2007, las y los trabajadores logramos que se nos reconozcan ítems de convenio que la patronal no pagaba (categorías, título secundario, antigüedad, nocturnidad, rotación, francos), mejorar el salario con adicionales internos (80% encima del convenio), incorporar al convenio químico a tercerizados de limpieza y comedor y mejorar las condiciones de trabajo, de seguridad y el cuidado de la salud (control temperatura de trabajo, ropa y elementos de protección, por los ritmos de trabajo y movimientos repetitivos muchos sufrimos tendinitis, problemas en muñeca, codo y hombro y cintura por lo que debimos ser operados) logrando que desde 2007 no haya accidentes laborales ni enfermedades profesionales”.
Obviamente, concluyen, “es este proceso de unión de las y los trabajadores de los distintos establecimientos (que quedó demostrado en estos días de lucha) lo que quiere eliminar la patronal empezando por Pacheco para luego golpear a las sucursales”.