La medida de fuerza fue largamente preparada en los gremios industriales que, a partir de las 12 horas paralizaron las plantas y se dirigieron masivamente a la Plaza de los Dos Congresos. Así lo confirmaron dirigentes de diversos sindicatos que, además, destacaron el impacto de la movilización en el escenario político.
Las dos CTA también mostraron su beneplácito por el resultado de lo que consideraron un punto de inflexión en la situación política y en los planes del gobierno por imponer la ley ómnibus y el DNU 70/23. La marcha, que convocó a casi un millón de personas en las inmediaciones del Congreso y medio millón más en todo el país, además, logró canalizar a centenares de miles de manifestantes de a pie de los más diversos sectores. La convocatoria, aseguran los propios sindicatos convocantes, superó las propias expectativas y deja planteada la necesidad de discutir su continuidad en tanto, por el momento, tanto la ley ómnibus como el DNU siguen en pie. El operativo de seguridad largamente anunciado por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich resultó superado por la masividad de la medida.
La incógnita es que actitud tomará ahora el gobierno. La conducción de la CGT, con seguridad, estará expectante a la espera de que las autoridades abran un canal para un diálogo que, hasta el momento, no se produjo. Sectores más combativos dentro de la CGT aspiran que el envión del paro y la marcha resulten un trampolín para profundizar las medidas con un paro de 24 horas que le aseste un golpe definitivo a ambas iniciativas.
Desde el atril, tanto Pablo Moyano como Héctor Daer prometieron no dar un paso atrás hasta tanto no caigan ambas iniciativas. Pero no dieron pistas sobre el camino que adoptarán de acá en más.
Balances
Consultado por Tiempo, uno de los dirigentes de la Corriente Federal de los Trabajadores, Héctor “Gringo” Amichetti, dirigente de la Federación Gráfica, destacó que “el paro fue importante en nuestro gremio. Los propios empresarios pymes adhirieron. Tuvimos una importante participación en la movilización, en las grandes plantas. Los compañeros de Casa de la Moneda en Don Torcuato vinieron masivamente y también desde varias plantas de envases de alimentos que están dentro de los que el gobierno pretende avanzar con las limitaciones en el derecho de huelga. Tuvimos un plenario la semana pasada y ya se notaba el compromiso de los trabajadores y hoy se confirmó”.
En el emblemático gremio del neumático el paro también se hizo sentir fuertemente. Alejandro Crespo, secretario general del SUTNA, explicó a Tiempo que “se hicieron asambleas en todas las fábricas durante la semana y en todos los turnos con una participación masiva de trabajadores que mostraron una gran preocupación por la situación económica así como un cierto alivio por las clausulas indexatorias que conquistamos en las paritarias y ahora se activan y garantizan proteger el poder adquisitivo cuando todo el movimiento obrero se ve golpeado con una inflación del 25,5% en solo un mes”.
A pesar de esa situación puntual, explicó Crespo, “hubo acuerdo en parar las plantas y movilizar. Porque en poco tiempo se vio como están amenazadas en forma directa las jubilaciones, el poder adquisitivo del salario y los derechos para defendernos de cualquier ataque contra nuestra conquistas. En el gremio hubo un gran paro en todo el país y en particular en las grandes plantas del conurbano que son Fate, Pirelli y Bridgestone que se movilizaron en un número muy importante y con mucho enojo contra este gobierno y por la política libertaria”.
Las dos CTA formaron parte de la convocatoria aunque no tuvieron oradores en el palco. Hugo Yasky, de la CTA de los Trabajadores, señaló a Tiempo que “la movilización fue imponente y masiva en todo el país. Tiene un impacto muy fuerte en el gobierno que apostó todas sus fichas a amedrentar y a intimidar e interferir en la libertad de la gente en participar en una protesta y fracasaron. Patricia Bullrich sintetiza en su persona ese fracaso porque en todo momento trató de generar un clima de violencia”.
Yasky destacó “otra característica de la marcha” que, detalló, “mostró otra composición con una participación de una enorme cantidad que se movilizó espontáneamente, más allá de los sindicatos. Colectivos del arte, de la ciencia, inquilinos y clubes de barrios. Trascendió lo sindical, fue un acto del campo popular”. De hecho, para el dirigente “no es menor desde lo simbólico ver a Tati Almeida cerrando el acto”.
Desde la CTA Autónoma, Hugo “Cachorro” Godoy coincidió que “el nivel de adhesión fue altísimo. Más de un millón de personas movilizadas en Buenos Aires y hay que sumar las movilizaciones que se hicieron en las embajadas en las principales capitales del mundo organizadas en común por los sindicatos y los grupos migrantes de argentina. Verdaderamente conmovedor”.
Para Godoy, esta situación “nos llena de responsabilidad para darle continuidad hasta lograr el objetivo que es que se derogue el DNU, no se apruebe la ley ómnibus y se eche por tierra el plan de hiperinflación. Esos objetivos siguen en pie. Hoy ha sido un hito que hizo vibrar al mundo y a toda la Argentina, esperamos que los congresales lo tengan en cuenta. El pueblo les va a hacer sentir el peso de esta demanda y de este reclamo”.
Yasky destacó “otro elemento que convierte esto en un episodio distinto es el hecho de que no se utilizaron micros para garantizar la movilización. El subte colapsado, las estaciones de trenes saturadas y los colectivos llenos de manifestantes son una imagen inusual en la historia del movimiento sindical que habla de un salto en la conciencia de nuestro pueblo pese a las intimidaciones”.
Los mismo destacó Amichetti: “Hubo una respuesta muy grande en la movilización con una característica muy especial porque el punto de encuentro era Congreso pero se veía gente por todas las calles más allá de la presión de la policía. Se colmó la expectativa. Se estuvo hablando en los últimos días de juntar más de trescientos mil y fuimos un millón y medio en todo el país”.
Para Alejandro Crespo, las asambleas de base expresaron su expectativa de que “las organizaciones sindicales hagan participar democráticamente a los trabajadores para que sigan el pan de lucha hasta terminar con el plan de Milei. Lo que buscan es quebrar la moral de los trabajadores porque, además de implementar el ajuste, les quieren hacer creer que la crisis es su responsabilidad cuando son los amigos de Milei los que fugaron el dinero del país”.
El impacto político
A la hora de analizar el impacto que la movilización generó en el escenario político Amichetti señaló que “donde más ejerce presión esta expresión popular es sobre la cámara de diputados y senadores. El gobierno está emperrado y su margen es el que es. Comprobó que no puede imponer las cosas tal como quiere y le está costando mucho. La suspensión de la sesión de mañana lo demuestra. Ahí va a seguir impactando. Va a impactar en algunos puntos en particular. Si logramos mantener este grado de movilización popular es imprevisible lo que puede llegar a pasar en los próximos meses con el impacto de las medidas”.
Para Godoy, ahora, “no va a haber posibilidad de que los que sean infames traidores a la patria respaldando la suma del poder para Milei puedan pasar desapercibidos”.
El titular de la CTA de los Trabajadores señaló que “ahora empieza una etapa en la que el gobierno va a entrar en un laberinto. El ajuste ya tiene su propia dinámica y ya está en marcha pero también esta en movimiento la resistencia y el pueblo movilizado. Es una jornada que le devuelve vitalidad al campo popular y empieza a desnudar las debilidades de un gobierno que está ahora esclavo de la partitura que le escribieron los dueños del poder económico”. Para Yasky, “el acto de hoy impactó de tal modo que se cayó la sesión prevista para mañana. Son muestras de que el gobierno sintió el golpe”.
La continuidad
Héctor Amichetti señaló que “es necesario darle continuidad al plan de acción. Si bien en la CGT quedó un mandato al Consejo Directivo, en los próximos días se van a dar otras acciones observando qué es lo que logramos dentro del Congreso. No descarto un nuevo paro de 24 horas en la medida en que no le podamos poner freno a esto”.
Para Yasky, “ahora hay que sentarse a discutir una continuidad. Es una secuencia que sigue al acto en Tribunales. La masividad ya nos sorprendió en aquel acto y ahora se hizo más potente y se extendió a todo el país. No es casual que haya cerrado Tati Almeida. Hay otro 24 que es el de marzo que está en la línea sucesoria de este acto y ahí vamos a estar”.
Para Godoy, “es el inicio de un plan de lucha que habrá de continuar y que, en una etapa inmediata estará concentrado en el debate en el congreso. Pero no tengo dudas que, en lo que resta de enero y de febrero, habrán de continuar”.
Alejandro Crespo, cuyo sindicato encabezó la columna independiente que marchó con la consigna de la continuidad del plan de lucha, señaló que “hoy hubo un gran entusiasmo porque se vio como respondieron los trabajadores. Aportamos en una columna independiente a esta movilización junto con la Unidad Piquetera y, entre otros, el movimiento Unidos por la Cultura que expresó lo mismo que habíamos expresado en las asambleas del neumáticos que es seguir el plan de lucha hasta terminar con el ajuste”.
Por eso, concluyó, “si lo que se recibe, en vez de soluciones, son nuevas amenazas habrá que organizar la próxima acción que debe ser mayor a esta que va a tener más participación porque crece el descontento con la situación. Es evidente el repudio que esta creciendo entre los trabajadores, incluso entre los que votaron a Milei y esto se va a expandir rápidamente. Va a hacer que crezca aún más la conciencia de los trabajadores de que hay que terminar con esta situación. La CGT recibió un mensaje de los trabajadores y es que están esperando que esto siga. Va a ser muy difícil parar esto si el gobierno no retrocede”.