Una búsqueda rápida en internet sobre el actor neoyorquino Robert De Niro y los caballos arroja un solo resultado: Bife de chorizo. Es de cuando estuvo en Buenos Aires (CABA) junto con el actor argentino Luis Brandoni y se clavó el afamado bife de chorizo “a caballo” en el Rebenque de Omar durante la miniserie “Nada”. Pero si se busca un poquito más aparece otra foto, del año pasado donde un hombre muy parecido al actor acaricia la cabeza de un equino. Entre la sombra de un aguariguay en el rostro y el sombrero de ala ancha, todos pensaron  que era De Niro en Salta, en el Paraje Isonza. “Todo daba. Parecía Robert De Niro por cómo se vestía, la altura y era de California, llegó con una camioneta cargada de valijas, pidió la cabaña para él solo”, le dice a Tiempo de Viajes, Silvina Tolaba nacida en este lugar mágico. 

Paraje Isonza, el lugar que une a Robert De Niro con el Señor y la Virgen del Milagro



Tolaba reparte su corazón entre Salta capital y el paraje donde vive toda su familia desde siempre. Su profesión ligada al turismo la lleva a diseñar propuestas para conocer entre todo el mundo su pueblo que es un campo lindante con el Parque Nacional Los Cardones. “Imagínate la gente diciendo, Robert De Niro, Robert De Niro. Yo había sacado una foto, la había puesto en mi estado en redes sociales y cuando la vieron también la compartieron. Como en mi casa no tengo Wi-Fi, cuando volví a los dos días a la ciudad (Salta Capital), ya era viral que había estado De Niro en Isonza. No daba ni para desmentir, qué voy a decir, ya todo el mundo pensó que era el actor”, recuerda y agrega que “fue una anécdota graciosa”. 

Tiempo estuvo en diversas ocasiones en Isonza porque desde allí partió una de las columnas que en 2006 participó de la arriada histórica de burros del parque nacional en el marco de una extracción de especies exóticas. Se desarrolló con todo el guachaje de la zona que conoce el territorio como la palma de sus manos y porque los burros se andaban morfando los pichones de cardones y lo que quedaba, lo aplastaban con las patas y pusieron al borde del peligro a la especie, el cacto más grande del continente.

Este Paraje es un lugar mágico. Tanto que la propia Silvina Tolaba lo sintetiza desde el alma y le dice a Tiempo: “Isonza es mi orgullo. Siento que pertenezco a un lugar privilegiado por mantener su cultura, sus tradiciones y por la belleza natural. Es uno de los pocos lugares donde su gente mantiene y se viste con orgullo con su sombrero, su poncho y monta su caballo. No lo hace para una ocasión especial, es parte de su vida diaria”. 

El pueblo y la historia de Isonza

Son unas 30 familias. Hay escuela rural, albergue (Güemes), una capilla y un puesto sanitario. Todos conocen un hospedaje rústico que siempre estuvo pero ahora, y casi es famosa, está la cabaña esa donde se alojó “De Niro”. Se llama La Isonceña. “Hay que reservar con tiempo -aclara Silvina- y cuenta que también tiene una fonda con venta de comidas regionales y espectáculos folcklóricos.  

Paraje Isonza, el lugar que une a Robert De Niro con el Señor y la Virgen del Milagro

Es costumbre al amanecer cuando uno se levanta y tras los primeros mates con pan, rendir homenaje a la Pachamama. Otoño o invierno son épocas hermosas para conocer Isonza. Hay cabalgatas, y hasta travesías de dos días en bici que unen desde San Carlos. Esta ciudad vallista fue casi la capital salteña. En todo este rinconcito lleno de historia en el corazón de los valles calchaquíes salteños, hay algo que nadie se pierde. Son los quesos de cabra que hicieron famosos a la zona. Y ahora las Fiestas Patronales en honor al Señor y la Virgen del Milagro. Es el evento central de esta zona y el pasado 8 de marzo reunió a todo el pueblo. Celebraron desde el desayuno y la misa hasta la pialada y un torneo de fútbol. También hubo Peregrinación con la imagen del Perpetuo Socorro, procesión y misachicos y baile popular.

Paraje Isonza, el lugar que une a Robert De Niro con el Señor y la Virgen del Milagro