Este «ha sido el año más mortífero para la infancia» en Cisjordania y Jerusalén en la historia, afirmó este jueves el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que destacó que la violencia relacionada con la guerra entre Israel y Hamas «ha alcanzado niveles sin precedentes«.
«En las últimas 12 semanas, 83 niños y niñas han sido asesinados, más del doble de todos los niños y niñas asesinados en todo 2022, en medio de un aumento de las operaciones militares y de las fuerzas policiales (de Israel)», anunció la directora regional de Unicef para Medio Oriente y Norte de África, Adele Khodr.
Recalcó que «más de 576 han resultado heridos y se ha informado de la detención de algunos otros», antes de agregar que «Cisjordania se ha visto duramente afectada por restricciones de acceso y movimiento», según un comunicado publicado por el organismo.
El reporte dedicado solo a la infancia coincide con otro documento hecho público también hoy por el Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Volker Turk, que alertó del «rápido deterioro» de la situación de los DDHH en Cisjordania y Jerusalén Este desde el 7 de octubre, cuando comenzó la guerra en la Franja de Gaza.
La ofensiva israelí se disparó luego de que milicianos de Hamas y otros grupos infiltrados desde el enclave palestino asesinaran a casi 1.200 personas en Israel, llevándose secuestrados a otras 240 personas, incluyendo una veintena con nacionalidad argentina.
La represalia ordenada por Tel Aviv ha causado hasta hoy 21.320 muertos, según el último balance difundido por el Ministerio de Salud gazatí.
«Mientras el mundo mira con horror la situación en la Franja de Gaza, los niños y niñas de Cisjordania están viviendo su propia pesadilla», manifestó Khodr, que hizo hincapié en que «vivir con un sentimiento casi constante de miedo y dolor es, tristemente, demasiado común para los niños afectados».
«Muchos cuentan que el miedo se ha convertido en parte de su vida diaria, y que tienen miedo incluso de caminar hacia la escuela o de jugar al aire libre, debido a la amenaza de disparos y otro tipo de violencia relacionada con el conflicto», lamentó, y mostró la enorme preocupación de Unicef por la situación en torno del derecho de los niños a la seguridad y la protección.
En este sentido, destacó que «los niños que viven en Cisjordania, también en Jerusalén Este, han experimentado una demoledora violencia durante muchos años», e insistió en que «la intensidad de esa violencia ha aumentado dramáticamente desde los terribles ataques del 7 de octubre».
«La violencia relacionada con el conflicto ha matado a 124 niños y niñas palestinos y a seis niños y niñas israelíes desde comienzos de 2023», recordó, e instó «a todas las partes» a «cumplir sus obligaciones bajo el derecho internacional humanitario, así como a proteger a los niños de la violencia relacionada con el conflicto y proteger su derecho más básico a, simplemente, vivir».
«Los niños nunca deberían ser objetivo de la violencia, no importa quiénes sean o dónde estén. Acabar con la violencia recurrente es la mejor manera de garantizar que los niños puedan crecer en paz y seguros», manifestó.