La agencia calificadora de riesgo Moody’s cree que hay “alta probabilidad” de que el gobierno argentino deba reestructurar o canjear los bonos de deuda en los próximos meses, ante las dificultades para cumplir con los pagos previstos a partir de 2025.

Así lo blanqueó el vicepresidente de esa agencia, Jaime Reusche, quien justificó la necesidad en que “va a estar muy difícil cumplir con todos los pagos de deuda”. En una entrevista concedida a Radio con Vos, planteó una mirada bastante lejana al éxito del programa económico que está narrando el relato oficial.

Se van a incrementar los pagos de los bonos de deuda de 2.000 millones de dólares este año a 5.000 millones en 2025. Los mercados financieros han visto con buenos ojos el ajuste hecho por el gobierno, pero creen que va a estar muy difícil cumplir con todos los pagos de deuda. La acumulación de reservas se ha ralentizado y los mercados creen que va a haber algún tipo de reestructuración de los pagos”, dijo Reusche.

“Nuestro escenario base indica que hay una alta probabilidad de que se dé algún tipo de renegociación o intercambio de deuda, como los que ya hubo en el mercado doméstico”, señaló el ejecutivo, en referencia a los canjes de bonos en pesos por otros de mayor duración.

En Moody’s analizan que las cuentas en dólares “están muy apretadas” y que cualquier pequeña variación puede impedir al gobierno cumplir con los vencimientos acordados. Sobre todo después de las dificultades del Banco Central para acumular reservas en los últimos meses.

Para Reusche, esos problemas hacen ineludible la necesidad de una devaluación. “Lo que sorprende es esta reticencia a ajustar el tipo de cambio. Nuestro escenario base era que en algún momento de este año iba a haber una nueva devaluación para cerrar la brecha cambiaria. Eso está impidiendo que se den los ajustes de las cuentas externas del país y eso es lo que preocupa”, opinó.

Las dudas del mercado se reflejan en el riesgo país, el índice que toma en cuenta la sobretasa que deben pagar los bonos soberanos para poder ser comerciados. Este martes el indicador estaba en 1.518 puntos, unos 300 por encima del piso alcanzado durante el gobierno de Javier Milei y 400 puntos más que después del canje de bonos realizado en 2022.

A pesar de esos datos, el ministro de Economía, Luis Caputo, les restó importancia. Hace 10 días, cuando habló en la Bolsa de Comercio de Córdoba, dijo que “el riesgo país dejó de ser un indicador líder o adelantado para nosotros”.

Lo cierto es que las necesidades para 2025 son apremiantes. De acuerdo a un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso, los bonos vigentes en moneda extranjera suman U$S 98.846 millones, considerando los Bonares en dólares (AL) y los Globales en dólares (GD) y en euros (GE). Según estimaciones de mercado, para el año que viene esos títulos generarán amortizaciones por U$S 4.800 millones e intereses por casi U$S 2.500 millones más.

En un intento por tranquilizar a los mercados, Economía había informado el 14 de julio pasado que con el producto del superávit financiero del primer semestre del año procedería a “comprar al Banco Central las divisas requeridas para hacer frente al pago total de intereses de los bonos Globales y Bonares con vencimiento en enero de 2025” y que depositaría esas divisas por adelantado en el Bank of New York.  Sin embargo, hasta la fecha no se reportó oficialmente el cumplimiento de esa promesa.