El ex agregado cultural de la embajada de Irán en Buenos Aires Mohsen Rabbani, acusado por el fiscal Alberto Nisman de ser el autor intelectual del atentado contra la AMIA, habló sobre el caso Nisman, según su visión al fiscal “lo mataron para que nadie se pueda enterar que tenía las manos vacías”, pero también dejó abierta la posibilidad de que lo “hayan forzado para que se mate. O lo matan o el mismo se suicida”.
El periodista Gustavo Silvestre entrevistó en su programa de radio al iraní, que volvió al centro de escena con el documental sobre Nismam que produjo Netflix. Rabbani opinó que era “probable que lo hayan inducido a Nisman a que se mate porque no tenía nada de pruebas”.
En ese marco, el clérigo insistió con la idea de que “a Nisman lo mataron porque en Diputados se iba a saber la verdad, que es que Irán no tiene nada que ver con el atentado a la AMIA”, y se preguntó: “¿Por qué no dejan que la gente en Argentina conozca la verdad? ¿Por qué se ocultan las cosas?”. El iraní, que estaba en funciones en 1994 en el país cuando se produjo el atentado contra la mutual judía, dijo que Argentina e Irán tenían “buenas relaciones antes del atentado a la AMIA”, pero “a los norteamericanos no le gustaban estas relaciones”.
El exfuncionario iraní defendió el Memorándum impulsado en el segundo mandato de Cristina Kirchner y se preguntó respecto de su situación procesal, “¿por qué voy a declarar ahora? Esto es una cortina de humo y siguen con esto porque es un negocio”.
Además Rabbani ligó la acusación contra su país a los intereses de Estados Unidos: «Irán tenía buenas relaciones con la Argentina antes de AMIA, comprábamos más de 20 mil millones de dólares en productos argentinos. Para Irán estaba bien y para ustedes también. A los americanos no les gustaba este negocio», argumentó Rabbani. Y en esa línea, aseguró que Nisman «seguro estuvo influenciado» por Estados Unidos para formular su denuncia.
Como primera repercusión, el ex titular de la Unidad AMIA Alejandro Rúa se refirió a las declaraciones de Mohsen Rabbani: “A cinco años de este hecho, la Justicia no puede decir qué ha sucedido con Nisman. Rabbani tiene una postura, no tiene otro valor que una persona que opina”.
En declaraciones a El Destape Radio, el abogado remarcó: “Si se hubiera avanzado en la política diplomática de Timerman y de Cristina de firmar un Memorándum con Irán a los efectos de que el juez del caso pudiera interrogar a los sospechosos quizás hoy tendríamos una declaración judicial de Rabbani para respuesta de las víctimas del atentado que esperan hace 25 años”.
En ese sentido, agregó: “Objetivamente hay un dato de que los servicios de Inteligencia lo venían siguiendo desde antes del atentado. La primera información que dan los Servicios era sobre la intervención de Rabbani. Lo han señalado desde el primer día. Rabbani estuvo cinco años en la Argentina después del atentado. Las pruebas están desde el primer día. La orden de captura llegó cuando Rabbani ya no estaba en la Argentina”.
En esa misma línea explicó que la causa del memorándum es una ficción que perdura por la complicidad entre el juez Claudio Bonadío, las Cámaras y la Corte: “(la causa) está viva porque alguien decidió mantenerla. Ronald Noble desde el primer día hizo saber que lo que decía Nisman era falso. Esa causa siguió adelante porque el gobierno de Macri la amañó con el Poder Judicial”.
El asesinato de Soleimaini
El ex agregado cultural de Irán Mohsen Rabbani también se refirió al asesinato del comandante de la Guardia Revolucionaria Qasem Soleimani como un “acto terrorista” y como un “grave error” de Estados Unidos, porque ahora “todo el mundo” apoya a Teherán y condena el accionar de Washington.
Rabbani, que actualmente es profesor en la Universidad Internacional de Al Mustafá, en la ciudad iraní de Qom, lamentó la muerte de Soleimani, a quien describió como “un genio militar” que pudo “detener a Israel» y es reconocido por su rol en la derrota del grupo terrorista Estado Islámico.
Rabbani se refirió también al avión ucraniano que se estrelló poco después de despegar del aeropuerto de Teherán, en un incidente que Estados Unidos y varios países occidentales le achacan a Irán.