La Cancillería Argentina y el Ministerio de Seguridad de la Nación emitieron un comunicado conjunto en el que rechazaron categóricamente las acusaciones del presidente venezolano Nicolás Maduro contra el gendarme Nahuel Agustín Gallo.

Según Maduro, Gallo habría intentado poner en riesgo la seguridad de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, acusaciones que el Gobierno argentino considera «totalmente falsas» y «sin ninguna base probatoria».

En el comunicado, las autoridades argentinas destacaron que Nahuel Agustín Gallo ingresó a Venezuela de manera legal, cumpliendo con todos los requisitos migratorios establecidos, «presentando su documentación, notificando su domicilio y siguiendo todos los protocolos correspondientes antes de su viaje»«No se ha encontrado evidencia que respalde las acusaciones en su contra», indicó el texto, agregando que las acusaciones «carecen de fundamento» y que el Gobierno las considera un intento de «desviar la atención de la grave crisis» que atraviesa el régimen de Nicolás Maduro.

Nahuel Gallo, en las imágenes que difundió el gobierno de Maduro hace unos días.
Foto: NA

El Ejecutivo argentino exigió, una vez más, la «liberación inmediata e incondicional» de Gallo, exigiendo que se garantice su «integridad física y psíquica», además de asegurarse del pleno respeto a sus derechos humanos conforme al derecho internacional y los tratados bilaterales vigentes entre ambos países.

Además, el comunicado hace referencia al reciente informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que ha documentado las «graves irregularidades cometidas por el régimen de Maduro». El Estado argentino condenó estos atropellos y llamó a la comunidad internacional a «repudiar enérgicamente estos actos».