El Fondo Monetario Internacional aprobó el desembolso de U$S 800 millones en favor del gobierno argentino, luego de que su directorio aprobara la recomendación del staff técnico de dar por aprobada la octava revisión del programa de facilidades extendidas.

El voto favorable del «board» se daba por hecho a partir de que todas las metas en materia fiscal, de acumulación de reservas y cese de emisión monetaria habían sido cumplidas. Sólo se concedió un waiver formal por el mantenimiento de las restricciones cambiarias y los múltiples tipos de cambio, aunque se tomó nota de contexto de cierta flexibilización para el pago de dividendos.

De todas maneras, el Fondo (cuya titular, Kristalina Georgieva, se fotografió con Javier Milei el viernes en el G7) evitó subirse al carro del optimismo y volvió a plantear sus reparos, más políticos que económicos. En un comunicado oficial, la subdirectora Gita Gopinath señaló que «persisten algunos desequilibrios macroeconómicos y obstáculos al crecimiento, y aún queda por delante un proceso con desafíos».

«Se deben seguir fortaleciendo las políticas para afianzar los avances logrados hasta ahora», dijo Gopinath. Además, recomendó una hoja de ruta bien precisa: sugirió «reformar el impuesto a las ganancias de las personas físicas, racionalizar los subsidios y gastos tributarios y reforzar el control del gasto. Más allá de este año, será fundamental profundizar las reformas de los sistemas tributario, de pensiones y coparticipación, para así gradualmente eliminar los impuestos distorsivos». También pidió una política cambiaria «más flexible» (léase acelerar la pauta de devaluación) para asegurar la acumulación de divisas.

Aunque este punteo ortodoxo coincide en líneas generales con la agenda oficial, el Fondo volvió a correr por izquierda al gobierno de Javier Milei en las consecuencias sociales del mega ajuste fiscal. Al respecto, requirió «seguir ampliando el apoyo político y social a las reformas y protegiendo a los más vulnerables».

En un contracomunicado, el Ministerio de Economía festejó el desembolso pero contestó que logró el equilibrio fiscal «reforzando en forma significativa los programas sociales que, sin intermediarios, llegan en forma directa a los beneficiarios» y citó los aumentos en la AUH y la Tarjeta Alimentar. También manipuló el cálculo para asegurar que «las jubilaciones sin incluir el bono registraron un incremento estimado en 3% en términos reales». Con eso, parece, para el gobierno alcanza. «