Ya lo había manifestado el dirigente de los Canillitas y ex diputado nacional perteneciente a ese mismo espacio, Omar Plaini, en una entrevista con este diario. Para Plaini “si el peronismo es una estrategia de poder de la clase trabajadora corresponde que los sindicalistas tengamos cargos legislativos y ejecutivos”.

Con ese propósito se conformó la Mesa Sindical de apoyo al Frente de Todos que se reunió el viernes último con Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner en la sede porteña de la Asociación Bancaria que lidera Sergio Palazzo. Allí debatieron temas técnicos y programáticos e hicieron saber que, a pesar del apoyo compartido con los referentes de la conducción de la CGT, esperaban que, a la hora de la integración de las listas, se valorara el papel de confrontación contra la política del gobierno de Cambiemos que esos sindicatos jugaron “en la calle”.

En declaraciones a Radio Estación Sur recogidas por el portal infogremiales, el secretario adjunto del Sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, expresó su anhelo de que “algunos compañeros del movimiento obrero estén en las listas para que sean los mismos trabajadores los que defendamos nuestros derechos. No sólo vamos a acompañar en la calle y con los votos, sino también en las listas: provinciales, nacionales y de cada distrito».

En esa línea, Moyano explicó que “Alberto y Cristina fueron muy claros al venir a vernos a los gremios que hemos resistido en estos tres años y medio, y darle, no sé si prioridad, pero sí importancia  a los dirigentes que hemos estado peleando contra las políticas nefastas de Macri».

Al mismo tiempo llamó a los trabajadores «a decirle basta a Macri a través de las urnas para que el peronismo en diciembre empiece a dar respuestas». Para eso, detalló, que «desde cada empresa de Camioneros del país, en cada pueblo, vamos a hacer un esfuerzo para que la gente vea que esta pesadilla se tiene que terminar en octubre, porque si no lamentablemente vamos a seguir con más reformas laborales, previsionales y todo lo que sea necesario para favorecer a los empresarios», añadió Moyano.

La disputa no es menor puesto que la primacía de uno u otro sector dentro de las listas va a ser expresión del régimen político que emane de un hipotético triunfo de la fórmula F-F. Al mismo tiempo, ese trato reforzará a uno u otro polo en la disputa que se dará en agosto de 2020 cuando se renueve la conducción de la CGT. El impacto se sentirá en una disputa de dos listas o a través de la conformación de una lista unitaria a través de una negociación. Para la fórmula, por otro lado, está en juego el tipo de conducción con la que deberá lidiar en caso de que consigan un triunfo en las elecciones presidenciales de este año.