Otro pequeño favor se estrena el próximo 1 de mayo en Amazon Prime, y si bien a primera vista se presenta como una secuela, también según anticipan puede leerse como el inicio de una especie de universo en el que bajo la égida de dos clases principales (los de arriba y los de abajo) se abra una serie de situaciones de lucha que muestre las múltiples tonos en los que se dirime la trama social. Como aquella Un pequeño favor (2018), también está dirigida nuevamente por Paul Feig (que surgió al éxito con La boda de mi mejor amigo). Y la historia vuelve a seguir a Stephanie Smothers (Anna Kendrick) y Emily Nelson (Blake Lively), que esta vez se reúnen en la romántica isla de Capri, Italia, ya que Emily se casa en fastuosa boda de con Dante Versano (Michele Morrone), un empresario italiano de altísima gama. Claro que todos sabemos (y esperamos que así suceda porque sino nos sentiremos decepcionados) que todo ese glamour en el que la clase y su sentido se juega a flor de piel, no podrá terminar en en otra cosas que en un laberinto de asesinatos, traiciones y secretos. Stephanie se presenta más audaz que en la primera entrega -la experiencia por lo general enriquece-, y en ese clima de comedia negra y drama se mostrará más sagaz y resuelta que en la película que dio origen a la historia. Escrita por la dupla Jessica Sharzer y Laeta Kalogridis, y rodada casi por entero en Capri y en la Villa Adriana (patrimonio de la UNESCO), la película prioriza el streaming a las salas, y tiene en su vestuario de alta costura y en sus paisajes uno de sus mayores atractivos, aunque sea visuales. En cuanto al tono de crítica social que se vislumbra en el trailer y se desprende de los comentarios que presentan esta entrega, habrá que ver si el desquicio actual del mundo la engloba o la deja un poco demodé.