A la portavoz del Fondo Monetario le alcanzó una conferencia de prensa para golpear tanto al presidente Javier Milei como a su ministro de Economía, Luis Caputo, en aspectos centrales de la política económica.
En su habitual reunión quincenal con los medios en la sede central del FMI en Washington este jueves, Julie Kozack afirmó que Kristalina Georgieva, la mandamás del organismo multilateral, respalda sin fisuras a Rodrigo Valdés, el jefe del Departamento Hemisferio Occidental, que monitorea las cuentas de Argentina.
“Es importante señalar que la directora General tiene plena confianza en Rodrigo Valdés y todo su equipo de liderazgo senior”, dijo Kozack con tono firme.
La frase de la portavoz fue una respuesta directa a un intento de golpe de mano de Milei contra Valdés, a quien caracterizó como “socialista” e “integrante del Foro de San Pablo” y que en esa posición habilitó a la administración de Alberto Fernández la emisión de deuda garantizada por el Banco Central, los famosos “puts”.
Lo que Milei no dijo es que su gobierno también emitió deudas con esas mismas garantías. Algunos analistas calculan que incluso más que la administración Fernández, con Sergio Massa como ministro de Economía: a diciembre de 2023, esa deuda garantizada sumaba unos 7 billones de pesos. A abril de este año, alcanzaba los 20 billones.
La avanzada del presidente argentino de ultraderecha contra Valdez se explica por otro motivo: el rechazo abierto del burócrata del FMI a la falta de un cronograma cierto para el levantamiento del cepo. El FMI quiere asegurarse el cobro de la enorme deuda que tiene la Argentina con el organismo, para lo cual diseñó una hoja de ruta: el Banco Central debe acumular reservas, para ello el valor del dólar debe ser atractivo para los exportadores y eso implica una suba del valor del dólar y una normalización del mercado cambiario.
No hay cronograma
En la conferencia de prensa, Kozack les devolvió a Milei y Caputo el concepto. Más temprano, el ministro Caputo dijo en una entrevista matinal por Radio Mitre que ya se habían iniciado las conversaciones con el FMI para lograr un nuevo acuerdo. “Estamos empezando a hablar del nuevo acuerdo, septiembre parece poco, porque los acuerdos llevan un poco más. Pero seguro para este año. Un nuevo acuerdo podría significar fondos frescos, pero no estamos todavía en ese punto. Depende de la estructura del programa”, afirmó.
Sin embargo, Kozack fue terminante ante las consultas de la prensa acreditada. “Nuestro involucramiento sigue siendo frecuente y constructivo. El staff entablará conversaciones sobre un posible nuevo acuerdo como lo haríamos con cualquier miembro del FMI una vez que las autoridades lo soliciten formalmente. Y en esta etapa, no hay un cronograma específico para esas discusiones. No hay un cronograma específico para tales discusiones”, señaló, dando a entender que las autoridades argentinas aun no hicieron el pedido formal de nuevas negociaciones.
Es decir, el gobierno se esperanza con los fondos frescos que podrían llegar desde el FMI y que le ayudarían a levantar el cepo. Pero el FMI quiere el levantamiento del cepo antes de cualquier nuevo acuerdo.
El organismo no cuestiona el ajuste fiscal, al contrario, lo alienta porque estima que la recesión actual ayuda a reducir la demanda de dólares, tanto para pagar importaciones (que caen por la menor actividad económica) como para atesoramiento (se reduce por el menor poder adquistivo).