El kirchnerismo tiene su núcleo duro, bastante duro. Parece resistir la feroz campaña lanzada por el gobierno y los medios de comunicación concentrados para demonizar a la ex presidenta Cristina Fernández, culpándola de casi todos los males de la historia humana, produciendo un bombardeo de denuncias de todo tipo en el terreno judicial. Algunas tienen cierta solidez, pero la mayoría carecen de total sustento. En su edición impresa del domingo 24 de julio, Tiempo publicó una encuesta de la consultora Dicen que arrojaba un dato que podría resultar sorprendente para quienes confían ciegamente en el clima mediático. Esa medición sostenía que Cristina medía un 32% de intención de voto para senadora en la provincia de Buenos Aires, lo que la ubicaba en el primer lugar, seguida por el tigrense Sergio Massa. Hay un nuevo sondeo que confirma el dato con una coincidencia casi milimétrica.
La nueva medición a la que accedió este diario es de la consultora Ricardo Rouvier y fue realizada entre el 25 y el 29 de julio. Una de las preguntas que contenía el sondeo era concretamente si votaría a la ex jefa de Estado para senadora nacional bonaerense. El 32,7 por ciento de los consultados contestó que sí, el mismo número que aparecía en el estudio de Dicen publicado por este diario hace pocos más de una semana.
El informe de Rouvier sostiene que la ex presidenta tiene un caudal de arranque interesante para las próximas legislativas. Remarca además un elemento que suele ser muy habitual en las elecciones que son sólo parlamentarias, en las que el voto por lo general se dispersa más que cuando se elige presidente y gobernadores. Por eso puede obtenerse un triunfo si se supera el 30 por ciento.
Hay otra cara de la moneda. No es una novedad que la figura de la ex jefa de Estado polariza, que despierta pasiones encontradas en la sociedad. Podría decirse que, por ahora, el piso de Cristina es muy alto, a pesar de la campaña en su contra, pero su techo, el margen para crecer, es bajo. Es al menos lo que indica el otro número que arroja la encuesta y que sostiene que un 60% sostuvo que no votaría a la ex mandataria, ya que la pregunta fue unidireccional y sólo se consultaba por Cristina.
Por supuesto que para la elección falta mucho. No hay forma de despegar la situación del país, la evolución de la economía, la situación social, del humor de la población y por ende de las preferencias electorales. ¿Qué pasará si el gobierno de Mauricio Macri sigue perdiendo respaldo porque la sociedad siente que vive cada vez peor? ¿Quién podrá representar el descontento? ¿Acaso los dirigentes, de peronismo y otras fuerzas, que han acompañado gran parte de las medidas del presidente? Son interrogantes que todavía no tienen respuesta.