Quedan dos lunes para disfrutar de Las patas en las fuentes, la obra basada en el poema de Leónidas Lamborghini que protagoniza Osmar Núñez dirigida por Analía Fedra García. Corra a sacar las entradas porque quedan muy pocas (“fueron todas a sala llena y para el 22 y el 29 quedan solo algunas localidades”, dice Núñez), y si no prepárese para septiembre, porque también dice Núñez: “Volvemos porque la verdad es que va muy bien, es una fiesta cada función, la gente lo disfruta tanto y nosotros ni hablar”.

“En cada gobierno tiene su particularidad y resuenan determinados momentos de la obra, del poema en realidad”, dice Núñez sobre la obra estrenada hace nueve años y que tuvo funciones en cada uno de los gobiernos que sucedieron desde entonces. Las patas en las fuentes es la primera parte del poema El solicitante descolocado que escribió Lamborghini. “Es un hombre que busca trabajo, tiene la necesidad de ser escuchado, al que lo puede el sistema; un hombre de la ciudad que va contando qué le sucede a cada paso en esa búsqueda de trabajo, de atención, de afecto. Es una cabeza que está todo el tiempo elucubrando y pone palabras, en duda, con miedos, con certezas, con burlas, ironías, sufrimiento, amor determinados eventos de nuestra historia.” Entre otros, el bombardeo de Plaza de Mayo en junio de 1955, los fusilamientos de José León Suárez en 1956; y también está “su búsqueda del amor, su hija, su entorno familiar y las distintos personajes que va encontrando en su propia existencia; todo esto es un conglomerado de esta cabeza de ese hombre con el que el público en algún momento se siente absolutamente identificado”. 

Núñez no duda sobre la obra: “Siempre la vi muy peronista. Lamborghini tenía una particularidad con respecto al color político: era peronista pero también era muy crítico del peronismo. Entonces tenía sus adeptos y sus detractores. Y fue un autor que no sólo tuvo detractores en la política sino también en la poesía. No aceptaban esa forma tan particular que él tenía de escribir, muy disruptivo, muy diferente a cualquier otro: tiene una impronta tan rota en el verso, inconclusa por momentos que lo tomaban como si fuese una pose o algo caprichoso, pero tiene su razón de ser a medida que vas comprendiendo el poema”.

Osmar Núñez.

Núñez, dudas y certezas

No es que Núñez sea un tipo de escasas dudas, sino que Las patas en las fuentes le inspira muchas certezas. Entre otras, que nunca como en este tiempo la obra es tan necesaria. “Hoy es muy necesaria. Estamos viviendo un momento bastante negacionista en lo que respecta a toda nuestra historia, que cuando escuchamos todos estos eventos trágicos, este coma existencial en el que vive este hombre, sentimos que tiene más vigencia que nunca: es un momento tan poco democrático, tan avasallante con nuestros derechos y los logros que han llevado tantos años conseguir, y que vengan de un plumazo y te los tiren abajo es absolutamente descabellado. Uno puede evaluar hasta acá lo que está sucediendo, que haya hecho un giro de 180 grados y el país cambie de rumbo, pero no sabemos dónde vamos a ir a parar. Tenemos un miedo tremendo, ya no te digo del futuro, de este presente, de gente que se muere porque no tiene la medicación; la cantidad de gente en la calle, que además le sacan las mantas, qué es esto, dónde estamos viviendo. Todos los días tenemos un hecho feo. ¿Qué nos está pasando? Ese odio, ese desprecio tan instalado por el pueblo, por la gente. Es algo para estar muy atento y que el pueblo sepa quién nos está gobernando. O quiénes, porque también detrás de él está todo el poder económico, entonces avalan cualquier cosa que haga. O que diga: es tan maleducado, tan grosero, tan violento, que la verdad que no me gusta tener un presidente que nos hable de esa manera. La verdad es que es un momento espantoso.”

A priori nadie quiere comparar, pero las equivalencias son indispensables para saber dónde se está parado, alerta ante la novedad, atento a lo que ya se conoce para que no vuelva a afectar. En buena medida de eso va la experiencia. “Me hace acordar a muchas épocas desgraciadas. No te olvides que tenemos una vicepresidente más negacionista imposible, que ha tenido trato con Videla y un montón de gente que ya sabemos quiénes fueron; las detenciones arbitrarias de gente que protesta; están violando el Estado de Derecho. Hay una ausencia de estado tan enorme y hay tantos cómplices empezando por el Congreso -votar la Ley Bases que es un profundo disparate, perder todos los derechos que han costado hasta sangre en muchos casos-, honestamente siento que estamos en un impasse, vivimos una pesadilla y ojalá termine lo antes posible. Yo no quiero que corra sangre, ya no quiero más muertos en este país. Ni gente golpeada, ni lastimada. Y se está cayendo por sí solo este gobierno, acá no hay ni venezolanos, ni cubanos, ni terroristas que les esté cortando las piernas. Es su proceder tan antidemocrático, tan violento, tan sin rumbo con respecto a la economía, que es un caos.”

En una entrevista con Pedro Rosemblat hace poco, Cristina dijo que en verdad Perón escribió esa carta a Evita diciéndole que se fueran al sur cuando saliera como para engañar a los militares que le leían la correspondencia. Núñez no está muy de acuerdo “Él quiere salir de la política, no quiere saber más nada. La carta es auténtica, él no sabe lo que le va a suceder. Después viene el 17 de octubre. De hecho no hay mucho material fílmico del 17 de octubre. Nadie se esperaba ese día. Yo creo que lo que él decía era verdad. Sabía que estaba encorsetado ahí, preso, sin poder seguir con lo que venía haciendo. Estaba confiscado en su idea de ser presidente o de acercarse más al pueblo. Y que es cierto todo lo que le plantea: la amaba profundamente, es la mujer que más amo en su vida. En una serie que hice para televisión sobre la historia clínica de la enfermedad de Eva, una de las enfermeras de Eva que estuvo presente sus últimos momentos dijo: nunca vi llorar a un hombre como lloró Perón cuando falleció Evita; nunca vi llorar de esa manera a un hombre como un niño. No tengo ninguna duda de que la amaba profundamente.” 

La interpretación de Núñez es memorable.



Las patas en las fuentes

Dirección: Analía Fedra García. Actuación: Osmar Núñez. Funciones: Lunes 22 y 29 de julio a las 20, Hasta Trilce (Maza 177, Capital).