El gobierno nacional anunció en la noche de este viernes que el presidente Javier Milei “ha decidido firmar un decreto de necesidad y urgencia para establecer una nueva fórmula jubilatoria”.
La comunicación oficial dio algunos detalles, como que la nueva fórmula de movilidad jubilatoria que quedará plasmada en el decreto será que “desde abril, los jubilados cobrarán con aumentos mensuales de acuerdo al Índice de Precios al Consumidor”
Agregó que por “única vez”, los jubilados cobrarán en abril un adicional del 12,5% “en concepto de reparación por el daño ocasionado por la fórmula previsional del gobierno anterior”. Pero ese daño supera con creces ese 12,5% y si a ello se le suma el provocado por este gobierno, el porcentaje de compensación se vuelve irrisorio.
La comunicación oficial no aclara si la base para el cálculo de ese 12,5% y de los aumentos que vendrán desde abril integrará el bono de $ 70.000 que se otorgó a los jubilados que cobran la mínima en este mes (y que complementó los haberes hasta alcanzar $ 204.445).
Tampoco informa cuál es el retraso en la inflación que se tomará para hacer la base de cálculo. La fórmula de movilidad jubilatoria del macrismo tomó como parámetro las subas de inflación y salarios de seis meses antes. Ahora, los trascendidos previos a esta decisión indicaron que el rezago será de dos meses. Es decir, la suba de abril replicaría la inflación de febrero.
Esto inmediatamente lleva a la siguiente pregunta: ¿y la pérdida ocasionada por este gobierno con su brutal devaluación que derivó en una inflación acumulada del 51,3% entre diciembre de 2023 y enero de 2024? El comunicado oficial dice que el 12,5% que se va a cobrar en abril “compensa” la pérdida de la fórmula anterior.
Los expertos previsionalistas aseguran que al arrancar con una base de cálculo tan baja, el efecto será que las jubilaciones difícilmente alcancen el nivel que hubieran tenido con la fórmula actual, que se basa en la recaudación y la evolución del salario, pero que pierde cuando la inflación es elevada.
De este modo, el gobierno insiste en aplicar la licuadora sobre las jubilaciones. Este procedimiento se ha convertido en la principal vía de la reducción de los gastos del gobierno nacional. Cálculos oficiales y privados señalan que, de cada 100 pesos no gastados, entre 40 y 50 provienen del ajuste en las jubilaciones y pensiones.
El comunicado sostiene que Milei toma esta decisión para “solucionar el problema (sic) de una vez y de manera definitiva”. Sin embargo, a renglón seguido, vuelve a la convocatoria al Pacto de Mayo, cuyo decálogo incluye el debate de una reforma previsional integral. Es decir, un nuevo cambio.
Milei pretende que el marco de ese acuerdo le permita introducir la jubilación privada y la reforma laboral “dado que ambas cuestiones se encuentran interrrelacionadas”.