Abigail Carniel hubiera cumplido 19 años este domingo. El mismo día en que se cumplieron 9 meses desde su desaparición, el 16 de abril del año pasado. Lo último que se supo de ella fue que subió a un colectivo de la línea 353 en el barrio Sargento Cabral, en la localidad mendocina de Las Heras, junto a una amiga muchos años mayor, con quien había ido a un bar. La adolescente bajó antes de la parada cercana a su casa. Y no se supo más de ella.
“Nueve meses sin saber, sin justicia, sin nada. Es una desidia total, un abandono”, lamenta Verónica Carniel, mamá de Abigail, en diálogo con Tiempo. El caso es investigado como un femicidio a partir de las escuchas telefónicas a uno de los imputados en una causa por narcotráfico, quien habló con su pareja sobre el crimen de la joven.
“Llegaron a confirmar que a Abi la asesinaron por escuchas telefónicas; hacía casi dos años que venían investigando a una red de narcotráfico: ahí escucharon la conversación de un hombre y una mujer que peleaban y la mujer le decía que era un asesino porque había matado a la pendeja desaparecida y el tipo le decía que se callara, porque le iba a pasar lo mismo a ella”, cuenta Verónica. Y asegura que en el barrio Sargento Cabral hay gente que tiene información, pero que calla “por miedo”.
Uno de sus reclamos a la justicia es que “busquen bien en ese barrio, meticulosamente, buscarla por todos lados. No lo hacen porque hay mucho mas detrás, hay políticos, yuta y mucha gente que es cómplice y sabe lo que le hicieron a Aby y donde está y no hablan”.
Dos de los imputados por su presunta participación en la desaparición están detenidos, pero en el marco de otras causas: uno por narcotráfico y otro por violencia de género contra su ex pareja. Martín Márquez, de hecho, fue condenado el mes pasado por amenazas a su pareja. Alias ‘Chupetín’, había estado detenido hasta agosto como sospechoso en el caso de Abigail, pero fue liberado en agosto y volvió a quedar privado de su libertad en septiembre, tras la denuncia de su ex.
En octubre y tras mucho reclamo por parte de la familia y las organizaciones feministas que la acompañan al fiscal de Homicidios Carlos Torres, a cargo de la investigación, llegó a la localidad de Las Heras Marcos Herrero, rastreador con perros que intervino en numerosos casos de desapariciones, como el de Facundo Astudillo Castro. Sin embargo, su figura quedó envuelta en la polémica en los últimos meses, cuando se lo detuvo acusado de manipular prueba. “Lo dejaron pasar al perro una sola vez, el fiscal no dejó que trabaje como tiene que ser”, cuestionó Verónica, y afirmó que tras ese episodio no volvió a ser convocada por la justicia.
Abigail, de 1,70 de altura, cabello negro, largo y ondulado y contextura robusta, estudiaba en un Centro de Educación Básica para Jóvenes y Adultos (CEBJA). Cuenta su mamá que quería ser peluquera y hacía unas trenzas hermosas. “Quería avanzar. En mayo iba a cobrar el Progresar. Estaba ilusionada con eso. Quería comprar unas zapatillas de marca ya que yo no las podía comprar”, dice la madre.
Una semana antes de la desaparición, por una discusión con su mamá, la joven se había instalado “en la casa de una supuesta amiga, una de las cómplices de entorpecer la causa”. Pero dos días antes de ser vista por última vez, Abigail hizo las paces con su madre. “Vino a casa a verme, charlamos y me pidió plata, le di 200 pesos y nos arreglamos. Y lo último que escuché de su voz fue ‘nos vemos mamita’. Nunca más la volví a ver a mi hija”.
El gobierno provincial ofrece una recompensa de 550.000 pesos a quien aporte datos sobre el paradero de Abigail Carniel. Se pueden contactar al 08002227627 o al (0261) 3857138 y 911. También, a la Unidad Fiscal de Homicidios y a la de Violencia Institucional: (0261) 4416907 / 4495631.