El Ejecutivo de la provincia de Buenos Aires no consigue cerrar la paritaria salarial con los docentes bonaerenses.
Luego de unas 15 reuniones y media docena de propuestas con modificaciones prácticamente imperceptibles, la gestión bonaerense decidió modificar su estrategia.
La propuesta anterior, de un 15% en tres tramos más un plus por presentismo de $ 6000 (violentando el Estatuto Docente) y de $ 3000 por capacitación además de incrementos en ítems de material didáctico y la decisión de depositar en forma unilateral un adelanto del 5% a cuenta, fue rechazada. La nueva oferta modificó toda la lógica de la negociación que se venía desenvolviendo e, incluso, la de las negociaciones paritarias que están en curso.
El viernes, el gobierno de María Eugenia Vidal sorprendió con una propuesta semestral que empeora las propuestas previas.
La nueva oferta consiste en un aumento de sólo el 10% a julio cuando la previa llegaba al 11% para esa fecha. Además, se otorgaría el 50% del premio por presentismo antes de julio, pero no contempla los $ 3000 de capacitación ni el plus por material didáctico.
La nueva lógica pretende descomprimir una paritaria que, a esta altura, es una piedra en el zapato de Vidal en momentos en que la meta de inflación del 15% aparece inviable para la enorme mayoría de la población.
Así las cosas, el Frente de Unidad Docente rechazó la propuesta señalando que, en realidad, en boca de Miguel Díaz, de UDOCBA, «hay una decisión política del gobierno de no reconocer la inflación». Además, al hacerla semestral, se omite la posibilidad de integrar una cláusula de revisión.
Ya en 2016 el gobierno había recurrido a paritarias semestrales para descomprimir la negociación apostando a una desaceleración posterior de la inflación.
Sin embargo, en esa oportunidad, la maniobra se le volvió en contra y los gremios que aceptaron acuerdos semestrales finalmente fueron los que consiguieron los mejores acuerdos anualizados. «