El zapatazo de Ahmed Musa se gritó en toda la Argentina. De manera literal. Apenas habían pasado un par de minutos del mediodía cuando en las calles se escucharon bocinazos, en los trabajos se festejó el gol y en los grupos de WhatsApp empezó a correr algo de optimismo después de tanta frustración. Nigeria venció por 1 a 0 a Islandia y eso le devuelve a la Selección la posibilidad de depender de sí misma: si el próximo martes, en San Petersburgo, triunfa ante los africanos conseguirá el pase de ronda. Aunque, claro, hoy parece difícil imaginar un triunfo argentino.
De los tres resultados que se podían dar entre Nigeria e Islandia, el que más favorecía a la Argentina era el triunfo de las Aguilas Verdes. Y ocurrió. No había mostrado demasiado el conjunto nigeriano, apenas una contra que condució su figura Víctor Moses y resolvió Musa. Después de conseguir la ventaja, todo fue para los africanos. Veinte minutos después del primer tanto, el delantero del Leicester inglés volvió a mostrar su categoría: dejó tirado en el área al arquero islandés y definió para el segundo tanto. Musa ya había convertido dos goles en un partido mundialista: fue en Brasil 2014, justamente ante Argentina. Esta vez, sus festejos causaron sonrisa.