Con el apoyo manifiesto de los Estados Unidos y otros países y la indefinición de otras potencias, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, embistió con dureza contra la Corte Penal Internacional (CPI), que emitió una orden de arresto en su contra y defendió los ataques en la Franja de Gaza.

Netanyahu tildó a esta decisión de «antisemita«, y afirmó que «es un moderno juicio Dreyfus y terminará de la misma manera», en relación al capitán francés Alfred Dreyfus, sentenciado falsamente en 1898 en un caso de antisemitismo.

El gobierno estadounidense de Joe Biden se pronunció en un comunicado a favor del primer ministro. «La emisión de órdenes de arresto por parte de la CPI contra líderes israelíes es escandalosa. Siempre estaremos junto a Israel contra las amenazas a su seguridad», afirmó.

Este jueves, la CPI dictó sendas órdenes de arresto contra Netanyahu y y el ex ministro de defensa, Yoav Gallant, por los presuntos crímenes de guerra y contra la humanidad perpetrados en el marco de la ofensiva militar lanzada hace más de un año sobre la Franja de Gaza.

Los jueces creen que pueden ser «penalmente responsables» por utilizar el hambre como método de guerra, así como de asesinatos, otros actos inhumanos y persecución que entrarían dentro de la categoría de crimen contra la humanidad. Les recrimina, además, que bajo su mando puedan haberse cometido ataques indiscriminados contra la población civil.

Niñas palestinas cantan en un campo de refugiados en Rafah, al sudeste de Gaza.
Foto: NA

El primer ministro rechazó «rotundamente las acusaciones falsas y absurdas» de la Corte, a la que consideró «un órgano político parcial y discriminatorio». «No hay nada más justo que la guerra que Israel libra en Gaza, cuando la organización terrorista Hamás lanzó un ataque asesino y perpetró la mayor masacre contra el pueblo judío desde el Holocausto», justificó.

Después de conocida la orden de arresto, el primer ministro de Hungría, Víktor Orban, anunció que invitará a su par israelí a su país y que garantizará que la determinación de la CPI “no será respetada”.

El presidente argentino, Javier Milei, anunció el mismo día de la orden que su gobierno y el de Israel están trabajando en un memorándum «en defensa de la libertad, la democracia, en combate con el terrorismo y la dictadura», después de haber mostrado su rechazo «tajante» a las órdenes de arresto y de afirmar que Israel es, junto con Estados Unidos, el «socio geopolítico más importante» del país.

Alemania y Francia se han limitado a constatar las órdenes de arresto emitidas por el Tribunal. Aunque ambos países son firmantes y Estados parte de la CPI, lo que les obliga a arrestar a Netanyahu y Gallant si ponen pie dentro de sus fronteras, tanto Berlín como París se han expresado con cautela sobre las órdenes de la corte en sus reacciones de este viernes.

El Ministerio de Exteriores francés indicó que las órdenes «no suponen un juicio, sino una formalización de una acusación» mientras que el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Hebestreit, explicó que su país «examinará cuidadosamente» los «pasos internos a tomar» antes de adoptar cualquier otra decisión al respecto si el primer ministro israelí o el ex ministro de Defensa entran en su territorio.

Por su parte, Rusia, que no pertenece a ese acuerdo, considera «insignificante» a la Corte, que también dictó una orden similar en 2023 contra el presidente de Rusia, Vladimir Putin.

China, en cambio, aplaudió este viernes, como ejemplo de aplicación del Derecho Internacional sobre la crisis en Oriente Próximo, las órdenes de arresto por presuntos crímenes de guerra.

«China respaldará cualquier esfuerzo de la comunidad internacional que contribuya a defender la autoridad del Derecho Internacional sobre la cuestión palestina», comunicó el portavoz de Exteriores, Lin Jian.

Para la Guardia Revolucionaria de Irán, la orden de arresto es una muestra de «la muerte política de este régimen», según declaraciones de su jefe, Hosein Salami. «El mundo le está cerrando las puertas», manifestó, antes de aplaudir la decisión del TPI de «identificar a los líderes del régimen sionista como criminales de guerra que deben ser procesados, arrestados y juzgados».

BB con NA y Europa Press

La opinión de la ONU

El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su apoyo a la Corte Penal Internacional (CPI) después de que dictara órdenes de arresto contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el anterior responsable de Defensa, Yoav Gallant, por los presuntos crímenes de guerra y contra la humanidad perpetrados en el marco de la ofensiva militar lanzada hace más de un año sobre la Franja de Gaza.

«Respeta la labor del Tribunal Penal Internacional y respeta su independencia», ha declarado el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, en una rueda de prensa al ser preguntado por las órdenes de arresto.

La corte de La Haya, que rechazó los recursos presentados por Israel y dictaminó que tiene jurisdicción en el caso, cree que hay evidencias de que tanto Netanyahu como Gallant buscaron a sabiendas dejar a la población gazatí sin elementos «indispensables para su supervivencia» y bloquear la entrada de ayuda, obstaculizando además la labor de las organizaciones humanitarias.

La corte ha ordenado también la detención del jefe del ala militar de Hamás, Mohamed Diab al Masri, conocido como ‘Abú Deif’, después de que otros dirigentes del grupo islamista señalados previamente, Yahya Sinwar e Ismail Haniye, hayan perdido la vida en los últimos meses en operaciones israelíes. Israel lo dio por muerto, si bien el grupo no lo confirmó oficialmente.