El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció este domingo que dio inicio al procedimiento para destituir a Ronen Bar, jefe del Shin Bet (Servicio de Inteligencia Nacional), en medio de las crecientes tensiones con esa agencia.

De acuerdo con una declaración de la oficina de Netanyahu, Bar fue llamado a consultas para una reunión e informó que presentará una moción ante el Consejo de Ministros para cesarle del cargo en una votación el próximo miércoles.

En un mensaje de video para el público israelí, Netanyahu dijo que la decisión fue impulsada por «una falta de confianza» en Bar. Ni Shin Bet ni Bar brindaron una respuesta inmediata.

Netanyahu, según explican los medios israelíes, lleva meses tramando la destitución de Bar, a quien responsabiliza de los fallos de seguridad que precedieron a la masacre perpetrada por las milicias palestinas el 7 de octubre de 2023. La crisis se agudizó cuando el Shin Bet publicó esta semana una evaluación de lo sucedido y, si bien el organismo asume su responsabilidad, también apunta a la financiación qatarí de Hamás como uno de sus principales factores.

Se da la circunstancia de que los investigadores están indagando si cientos de miles de dólares acabaron canalizados desde Qatar a los asesores del primer ministro Benjamin Netanyahu durante los últimos meses. Según el canal 13, estas sumas fueron transferidas a los asesores a través de varios intermediarios y está relacionado entre otros Jonatan Urich, un alto asesor de Netanyahu que se ha desempeñado como portavoz del partido gobernante Likud.

De hecho, el líder de la oposición y ex primer ministro israeli, Yair Lapid, aseguró que el llamado «Qatargate» es precisamente la razón por la que Netanyahu quiere cesar a Bar.

«Durante un año y medio, no ha visto motivo alguno para despedirlo, pero resulta que comienza una investigación sobre la infiltración de Qatar en su oficina (de Netanyahu) y los fondos transferidos a sus colaboradores más cercanos, y de repente va y tiene unas ganas enormes de echarle de inmediato», manifestó Lapid.

«Netanyahu ha vuelto a anteponer sus intereses privados al bien del país y su seguridad», añadió el líder opositor. «Todas las calumnias y todos los intentos de atribuir la responsabilidad del fracaso al sistema de seguridad no le van a ayudar: él es el principal responsable del fracaso y el desastre del 7 de octubre, y eso es todo lo que se recordará de él», agregó.

Bar prefería abandonar su cargo mediante una dimisión a su conveniencia en lugar de acabar cesado y la fiscal general del país y rival de Netanyahu, Gali Baharav-Miara, avisó que cualquier decisión al respecto del futuro de Bar debe ser consultada previamente con su departamento, cosa que no ha ocurrido.

En su comunicado, recogido por el ‘Times of Israel’, Netanyahu alega sobre todo una pérdida de confianza en el jefe del Shin Bet. «En todo momento, pero especialmente durante una guerra existencial como la que enfrentamos, debe haber plena confianza pero, lamentablemente, la situación es la contraria».

«Es más, ahora mismo siento una desconfianza constante en el jefe del Shin Bet; una desconfianza que no ha hecho más que crecer con el tiempo», aseguró el primer ministro en un comunicado donde considera que el cese de Bar es un «paso crucial para la rehabilitación de la organización, la consecución de todos los objetivos bélicos y para evitar que se repita otro desastre» como el del 7 de octubre.

GS con información de NA y Europa Press