“Para no suspender las clases fumigan con los pibes y docentes adentro”, señala a Tiempo el Licenciado Martín Tallarico, preceptor del Colegio N° 2 DE 1, Domingo Faustino Sarmiento, ubicado en la calle Libertad 1257 del barrio de Retiro. Tallarico se llevó la peor parte. Estuvo internado varios días con un 20% de su cuerpo paralizado y problemas en el habla. Si bien el hecho ocurrió el pasado miércoles 15 de mayo, recién se conocen algunos detalles de esa jornada.
“Hace como un mes que vienen empresas de fumigación en el horario que hay docentes, menores de edad, mujeres embarazadas, donde funciona un jardín maternal en horario nocturno, estas empresas que trabajan para el ministerio de Educación vienen y fumigan con productos tóxicos”, contó Tallarico.
El trabajador explicó que hasta ahora no había pasado nada pero que ellos venían advirtiendo sobre el peligro que esto representa. “El miércoles 15 de mayo vinieron nuevamente a fumigar y no quisieron suspender las clases para realizar el trabajo. Esto está prohibido por leyes vigentes, como la ley de fumigación y la ley de normativas escolares. No se puede fumigar dentro de un establecimiento educativo cuando hay personal, docentes, menores, o funciona un jardín maternal”, agregó.
Mareos y náuseas
Tras la fumigación de esa jornada, según la denuncia realizada, varios chicos y docentes presentaron mareos, náuseas y en algunos casos vómitos. Alrededor de 10 personas entre menores y adultos fueron atendidas por personal del SAME que asistieron al lugar tras un llamado de urgencia.
Pese a las advertencias del personal docente dadas a la dirección del lugar y a las autoridades porteñas, el ministerio de Educación de CABA, al mando de la ministra Mercedes Miguel, envió nuevamente a la empresa que trabaja para el GCAB a fumigar. “Fumigaron igual, por directiva no sé de quién y para no perder el día de clase. Yo tuve convulsiones, el 20% de mi cuerpo paralizado, perdí parte de la visión. Casi no la cuento”.
Tallarico estuvo internado desde el día miércoles hasta la tarde del sábado: “Primero me llevaron a la Clínica Ciudad de la Vida, luego al Hospital Militar y por último estuve internado en la Clínica Modelo de Lanús hasta que me dieron el alta”.
Desde la Asociación docente ADEMYS, manifestaron su preocupación por este hecho y repudiaron el accionar del ministerio de Educación.
“Es inexplicable que al día de hoy no quieran dar, por un lado, el nombre de la empresa que realizó la fumigación, y no explican por qué autorizaron la fumigación mientras había personal y con infancias adentro de la escuela, es absolutamente inadmisible, y el ministerio tiene que tomar cartas en el asunto”, manifestó María Isabel Grau, docente y Secretaria de Asuntos Pedagógicos de la asociación docente Ademys.
“La verdad es que las consecuencias para la salud fueron graves para un compañero docente, podrían haber sido mucho más graves para las infancias. Y nosotros entendemos que hay responsables de esta situación. La principal responsable es la empresa de fumigación y necesitamos que se haga un proceso que penalice a esta firma que llevó adelante el trabajo y que se dé a conocer, porque seguramente está haciendo lo mismo en otras escuelas, no sabemos en qué condiciones”, agrega.
La respuesta del ministerio de Educación
Tiempo se puso en contacto con la cartera de Educación porteña para que pudiera brindar más detalles de lo ocurrido. Entre otros puntos, señalaron que las tareas de fumigación se realizaron a pedido de las autoridades de la escuela.
“El miércoles 15 de mayo se llevaron adelante tareas de desinfección y desratización en el Colegio 2 DE 1. Las mismas se realizaron a pedido de la conducción de la escuela, en los espacios solicitados por los directivos. Los horarios de las tareas de desinfección también se coordinan y acuerdan con los directivos de la escuela”, explicaron a Tiempo. Ante la consulta sobre los tóxicos utilizados en el operativo, manifestaron: “La Dirección General de Mantenimiento Escolar utiliza productos aprobados para la desinfección, que tienen muy baja toxicidad para seres humanos”.