El dueño de Tesla, Stalink y la red X, Elon Musk, devenido en titular del flamante Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) puso un clavo en el ataúd de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) al afirmar que «no tiene solución» y que el presidente Donald Trump está de acuerdo en cerrar esta oficina a través de la cual Washington estuvo financiando miles de proyectos que socavaron gobiernos democráticos en todo el mundo desde su fundación, en 1961.

Musk dijo que pudo hablar con Trump en detalle sobre la USAID. «Estuvo de acuerdo en que deberíamos cerrarla«, dijo en una conversación en X Spaces. En la ofensiva contra USAID acusó también a la agencia de haber financiado el desarrollo de virus como el de Coronavirus en China, desde donde se propagó el COVID-19.

En su gira por América Central, el secretario de Estado, Marco Rubio, agregó que «el funcionamiento de la USAID» debe alinearse con la política exterior del país, a lo que esta «se niega». Ahora mismo «es una agencia completamente indolente» cuya dirección ha tenido que asumir el Departamento de Estado. Rubio indicó que delegó su gestión a alguien con el que está en contacto, según recoge la cadena CNN.

El secretario de Estado reconoció que «hay cosas que hace USAID, que hacemos a través de la USAID, que deberíamos de seguir haciendo y que vamos a seguir haciendo (…) Pero todo lo que hagan tiene que estar alineado con el interés nacional y la política exterior de Estados Unidos«, insistió.

En ese sentido, puntualizó que la USAID no es «una manzana con un gusano, sino una bola de gusanos«, apenas unas horas después de que dos altos funcionarios de la agencia fueran suspendidos tras negar el acceso a la sede en Washington a personal del organismo. «No se trata de acabar con los programas de la USAID ‘per se’. Hay cosas que hace que son buenas y hay cosas que hace sobre las que tenemos preguntas importantes», ha añadido.

Este lunes la sede de USAID en Washington permanecía cerrada, un paso más después de que Trump firmara una orden ejecutiva que paraliza toda la ayuda internacional durante 90 días a poco de llegar a la Casa Blanca.

La agencia protagonizó un enfrentamiento abierto con la Agencia de Eficiencia Pública (DOGE) que dirige Musk. Miles de trabajadores recibieron mensajes indicándoles que no acudieran a sus puestos de trabajo y bloquearon sus cuentas de correo oficiales.

Personal de DOGE pidió a la USAID documentación clasificada como secreta, a lo que al menos dos mandos se negaron, por lo que fueron inmediatamente suspendidos de empleo.

«En cuanto al tema de la USAID, se lo he trasladado con detalle (a Trump) y está de acuerdo en que hay que cerrarla», publicó Trump en su red social, X. El propio Trump dijo que estaba dirigida por «una pandilla de lunáticos radicales».

Fuentes citadas por la CNN aseguran que el personal de DOGE finalmente tuvo acceso a los sistemas de seguridad y a las bases de datos de personal de la USAID en la sede del organismo.

Musk insistió en que la agencia tuvo estos últimos años un sesgo «increíble y políticamente partidista», abrazando «causas radicalmente de izquierda en todo el mundo, incluidas cosas que son antiamericanas».

Creada en 1961 durante la administración de John F. Kennedy, USAID es el brazo que se autopercibe como “humanitario” del Gobierno de Estados Unidos bajo la férula de sufragar proyectos de «defensa de la democracia».

Durante la pasada noche, Trump se refirió a los trabajadores de la USAID como «un grupo de lunáticos radicales» a los que estaban sacando. «Luego tomaremos una decisión», dijo el presidente.

alg con EuropaPress