“Queremos exponer con toda convicción nuestra situación y decir que hay miles de músicxs argentinxs que no pueden afrontar un alquiler o su propia alimentación”, aseguró el colectivo Músicxs Argentinxs en un comunicado con más de 3000 adhesiones difundido este viernes.
En el texto señalan su total apoyo a las políticas públicas del gobierno nacional para combatir la pandemia pero destacan que en ese contexto “hay decenas de miles de trabajadores del sector atravesando esta cuarentena desde una absoluta imposibilidad de generar ingresos, tal cual ocurre con todas las categorías laborales de trabajadorxs autónomxs”.
El colectivo Músicxs Argentinxs está conformado por artistas como Juan Falú, Teresa Parodi y Liliana Herrero y nació espontáneamente durante marzo ante la preocupación por la paralización del trabajo de los músicos y músicas.
Uno de los referentes es también Gustavo “Popi” Spatocco, quien fuera arreglador y director musical de Mercedes Sosa. “La expectativa es poder ayudar a dar visibilidad, unir o servir de puente entre muchas instituciones que trabajan en todo el país para la representación de los trabajadores músicos. Buscar acciones efectivas para llevar ayuda a quien lo necesita. Y también dar testimonio de nuestra convicción acerca de que la solidaridad como pueblo es el mejor capital que tenemos para superar esto”, sostuvo en diálogo con Télam y afirmó que «la actividad está casi totalmente paralizada desde lo laboral pero, por su propia naturaleza creativa, muy movilizada en términos de conciencia social».
En el texto difundido este viernes explican que entre los trabajadores de la cultura afectados figuran compositores, arregladores, intérpretes, editores y técnicos de grabación.
Consideraron “crucial” conocer las realidades más acuciantes de músicas y músicos nacionales “para sostener con el mejor criterio posible los mecanismos solidarios del Estado, las instituciones vinculadas a la música, de los músicxs hacia sus colegas y de la sociedad”.
En ese sentido, plantearon establecer un mapa territorial de la música, que enriquezca a los existentes, a través de una red institucional monitoreada por el Ministerio de Cultura, para recabar datos de las situaciones de los músicos, facilitar el acceso a plataformas de ayuda social y cruzar información con toda instancia que aporte en la misma dirección.
Además, el colectivo que recomienda al Ministerio de Cultura “una línea de acción que garantice la valoración y difusión de contenidos artísticos emanados del quehacer musical y poético-musical, sin criterios subjetivos para la selección de los mismos”.
“Es necesario exhortar a los medios de difusión para sumarse solidariamente en esta dirección. Es una ocasión propicia para redireccionar regalías hacia la producción nacional de la música y poner un coto al avasallamiento mediático generado por las transnacionales de la música y sus intereses económicos que sortean cualquier cuarentena”, agregaron.
En la extensa lista de adherentes se cuentan Palo Pandolfo, Luciana Jury, Víctor Heredia, Sofía Viola, Leo Sujatovich, Julieta Laso, Diego “Bochi” Bozalla, Verónica Condomí, Cirilo Fernández, Soledad Villamil, Pedro Aznar, Javier Malosetti, el dúo Orozco-Barrientos, León Gieco, Piero, Peteco Carabajal, Hilda Lizarazu, Andrea Álvarez, Javier Calamaro, Mariano Otero, Pablo Grinjot, Carolina Peleritti, Claudia Puyó, Diego Mizrahi, entre más.
En ese marco, el petitorio resalta que la música “es tan necesaria y poderosa que también se torna vehículo de atontamiento individual y colectivo cuando, fabricada e impuesta por las multinacionales empecinadas en ‘musicalizarnos’ la vida, desvirtúan su sentido más consagrado: ser arte liberador que alimente y dignifique nuestra existencia individual y social”.