En las últimas se confirmó la muerte de Roberto “Tito” Cossa, una de las figuras más emblemáticas de nuestro teatro. Entre sus creaciones más recordadas se encuentran “La nona”, “Gris de ausencia”, “Yepeto” y “Ya nadie recuerda a Frederic Chopin”.

Tito Cossa, una leyenda del teatro argentino.
Foto: Diego Paruelo

Cossa, de 89 años, también fue uno de los impulsores de Teatro Abierto, un fenómeno creatico y de resistencia para enfrentar a la última dictadura cívico-militar.

Foto: Pedro Pérez

“Con profundo pesar despedimos al gran dramaturgo argentino Roberto “Tito” Cossa, expresidente y presidente honorario de Argentores y personalidad destacada de la cultura en nuestro país quien falleció esta madrugada. Desde Argentores enviamos nuestras condolencias a su esposa María Elena Armentano, su hijo Mariano Cossa, demás familiares, amigos y colegas en este difícil momento“, publicó Argentores en un comunicado. 

Foto: Archivo Tiempo Argentino

Nacido el 30 de noviembre de 1934, aA los 30 años presentó su primera obra, Nuestro fin de semana (1964), a la que le siguieron Los días de Julián Bisbal (1966), La ñata contra el libro (1966), La pata de la sota (1967), Tute cabrero (1968) -llevada al cine bajo dirección de Juan José Jusid- y El avión negro (1970) -escrita con Germán Rozenmacher, Carlos Somigliana y Ricardo Talesnik-.

Foto: Archivo Tiempo Argentino

Cossa también escribió la destacada obra de teatro La Nona en 1970. En enero de 1974, Canal 13 emitió La Nona, interpretada por Norah Cullen, con Osvaldo Terranova, Dringue Farías y Miguel Ligero y tuvo una notable repercusión de público y crítica.

Foto: Pedro Pérez

Luego llegaron No hay que llorar (1979), El viejo criado (1979), Gris de ausencia (1981), Tute Cabrero (1981) -se estrena como obra de teatro-, Ya nadie recuerda a Frédéric Chopin (1982), El viento se los llevó (1983) -en colaboración con Jacobo Langsner, Eugenio Griffero y Francisco Anania-, El tío loco (1974), De pies y manos (1984), Los compadritos (1985), Yepeto (1986) y El Sur y después (1986), entre otras.

También se destacó como guionista de cine. Adaptó la novela de Osvaldo Soriano No habrá más penas ni olvido (Héctor Olivera, 1983); sus obras teatrales La Nona (Olivera, 1979) y Yepeto (Eduardo Calcagno, 1998) y escribió con Carlos Somigliana el guión de El arreglo” (Fernando Ayala, 1982).