Dmitri Kovtun, acusado por el gobierno de Reino Unido de haber envenenado mortalmente en 2006 al exespía Alexandre Litvinenko, murió en Rusia debido a una enfermedad vinculada con el coronavirus, anunció hoy un diputado ruso también sospechoso en este asesinato.
«Triste noticia, mi cercano y fiel amigo Dmitri Kovtun murió súbitamente como consecuencia de una grave enfermedad vinculada al coronavirus», indicó en su cuenta Telegram Andrei Lugovoi, miembro de la Cámara baja del Parlamento ruso
La agencia estatal de prensa TASS, que cita a un allegado, afirmó que Kovtun falleció en un hospital de Moscú.
En septiembre de 2021, el Tribunal europeo de derechos humanos (TEDH) consideró a Rusia «responsable» del asesinato de Alexandre Litvinenko, envenenado con polonio-210 en Londres en 2006, decisión criticada por Moscú.
El TEDH dictaminó que había «una fuerte presunción» de que los autores del envenenamiento según la investigación británica, Dmitri Kovtun y Andreï Lugovoi, «actuaron en calidad de agentes del Estado ruso»
Exagente del KGB y luego del FSB, Litvinenko fue expulsado de los servicios de seguridad rusos por razones inverificables, indicó la agencia de noticias AFP.
Obtuvo el asilo en Reino Unido en 2001, y desde allí siguió denunciando la corrupción y los presuntos vínculos de la inteligencia rusa con el crimen organizado.
Murió el 23 de noviembre de 2006, días después de haber bebido un té con Kovtun y Lougovoi en un hotel londinense donde se hallaron luego importantes restos de polonio 210, sustancia radiactiva extremadamente tóxica.
Su asesinato generó una grave crisis entre Reino Unido y Rusia, que siempre desmintió cualquier implicación.
No fue el único caso similar que generó un roce diplomático entre ambos países.
El 4 de marzo de 2018 el exespía ruso Serguei Skripal y su hija fueron hallados inconscientes en un banco de un parque en Salisbury, sur de Inglaterra, envenenados con el agente nervioso Novichok de fabricación rusa, de acuerdo a la investigación británica.
Ambos se recuperaron y Londres apuntó al Kremlin por el caso, aunque el gobierno ruso también negó cualquier involucramiento.