El cantante y compositor Juan Vattuone, una voz original en el universo del tango, dueño de un espíritu contestatario y de una extensa trayectoria apadrinada por Rubén Juárez, fue encontrado muerto en su casa hoy a los 73 años, según informaron sus hijas.

Si bien hace poco había regresado a los escenarios, Vattuone contó septiembre del año pasado a que había estado al borde la muerte y que a pesar de todo jamás bajé los brazos. “Soy Juan Vattuone y canto desde que estaba en el vientre de mi madre», dijo.

El músico atravesaba un cuadro de salud delicado por el cual se le estaba realizando un tratamiento de diálisis y le habían amputado un pie. Tenía un cuidador que lo asistía (un acompañante terapéutico), quien fue la persona que lo encontró muerto esta mañana, según dijo Julieta Vattuone, una de sus hijas.

En aquella entrevista con la agencia el cantor habló de su apuesta “a la música y a la palabra que reivindica emociones, historias y cultura porteña en formato de tangos y canciones”. Conocido principalmente por su trabajo en el tango, Vattuone nació en Palermo y fue criado en el barrio de Villa Urquiza, donde aprendió el oficio de cantor de sus tías Nelly y Gory, ambas cantantes de tango.


Sus primeros pasos los dio en la Orquesta de Carlos Figari, y de a poco compartió presentaciones con artistas de la talla de Edmundo Rivero, Alberto Marino y Floreal Ruiz. Gran amigo de Gerardo Romano, Juan Vattuone se desligó del estereotipo tradicional del cantor de tangos y se volcó hacia un trabajo compositivo que incorporó, además, influencias del rock, la canción protesta y otros estilos.

Dueño de un espíritu contestatario, emprendió una larga trayectoria musical en la que privilegió las presentaciones en vivo; y paralelamente, compuso música para varias obras de Gerardo Romano. En 2005 editó su primer disco de estudio, Tangos al mango (2005), que contiene canciones propias que formaban parte de sus espectáculos.

En 2010, tuvo un rol protagónico como actor en la película Boca de Fresa de Jorge Zima, en 2011 lanzó su segundo disco Escuchame una cosa, en 2015 fue nombrado «Personalidad destacada de la cultura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires» por la Legislatura porteña; y dos años después presentó La medida de lo imposible, un álbum conjunto con el mismo Zima.