Ratas y alacranes, caídas de techos, desperfectos eléctricos en cientos de edificios que ponen en peligro la integridad de docentes y estudiantes; baños clausurados, escuelas inundadas, asbesto en algunos establecimientos educativos, y la instalación de cámaras dentro de las aulas. Hechos que se suman al vaciamiento de los profesorados y la reforma inconsulta de los programas de estudio, la privatización de la Educación Especial, la falta histórica de docentes, la carencia de vacantes, y el reclamo constante para que construyan más escuelas en el distrito porteño. La lista de situaciones que marcan el estado de precariedad por la que atraviesa la educación pública en la Ciudad es interminable. Hechos que se desprenden, señalan desde la comunidad educativa, de un «vaciamiento pergeñado por el gobierno porteño» y la ministra Soledad Acuña. Cansados de este proceso que viene llevando adelante la administración de Rodríguez Larreta, todos los sectores de la comunidad educativa resolvieron, bajo la consigna “La educación como bandera”, manifestarse el próximo martes 25 de abril a las 17:30, en una movilización que nace desde el Normal 1 (Córdoba y Ayacucho) y confluye en la Legislatura porteña.
En un encuentro realizado en las últimas horas en el Normal N 2 Mariano Acosta, todos los sectores de la comunidad educativa, determinaron movilizar conjuntamente para repudiar “el abandono y la desidia por la que atraviesa el sistema de educación pública porteña”, cuenta en diálogo con Tiempo Lucía Cancela, estudiante de nivel terciario, miembro de la Multisectorial que participó de la reunión. En la misma estuvieron presentes los sindicatos UTE, ADEMYS, ADEF y SEDEBA, estudiantes secundarios, de formación docente agrupados en la CEB y la CET; Cooperadoras Escolares, estudiantes con discapacidad, Familias por la Educación Pública y la Multisectorial en defensa de la Educación Pública.
“Con esta marcha vamos a demostrar nuevamente la unidad de todos los actores de la comunidad educativa, porque lo que logra el GCBA, lejos de hacer de la escuela un lugar de inclusión donde todos asistamos con entusiasmo, lo que generan es una sensación de abandono y de estar como se puede”, agrega Cancela.
Los reclamos son varios y vienen de larga data, la falta de infraestructura y mantenimiento escolar dejaron a las escuelas porteñas en situación crítica que, sumados al vaciamiento de trabajadores y trabajadoras de la educación, dejan a miles de estudiantes sin clases por varios días durante el año. “Nos encontramos frente a un ministerio de Educación caprichoso, que por el simple hecho de sacar a la luz título rimbombantes, suman días de clases sin tener en cuenta las condiciones edilicias de las escuelas”, señala a Tiempo Florencia Abraldes, integrante de Familias por la Educación Pública y mamá de estudiante de una escuela técnica del barrio de Barracas. La mujer recuerda que en medio de la ola de calor la gestión de Larreta y Acuña, mantuvo dentro de las escuelas a estudiantes y docentes en condiciones lamentables. “Otro de los temas que nos preocupa son las cantidades de horas sin cubrir por falta de docentes, tanto en primaria como en secundaria. En el nivel medio, por ejemplo, a los chicos los obligan a quedarse sentados en lo que yo llamo ‘horas sillas’ sin que esté delante de la clase ningún profesor, y tampoco les permiten salir antes o entrar después”, añade y termina: “Esto lo hacen para que las familias no nos demos cuenta que hay días en los que directamente no llegan a tener clases por falta de docentes”.
Los diferentes sectores de la comunidad educativa que se manifestarán el martes 25 de abril, no sólo protestan por la falta de políticas educativas y el vaciamiento en el sector, sino que, durante todos estos años, buscaron habilitar los canales de diálogo con el ejecutivo porteño para entregarles una batería de propuestas para mejorar la calidad educativa. La respuesta de la administración de Rodríguez Larreta fue siempre la misma: el silencio y la falta de diálogo. El gremio docente Ademys, además de sumarse a la movilización, convoca a un paro para ese día.
Falta de vacantes, carencia de docentes y vaciamiento de los profesorados
Si hay cada vez menos carreras en los institutos de formación docentes, cada año habrá menor cantidad de inscriptos. Si ocurre eso, en los próximos años podrían cerrarse los profesorados docentes y con el tiempo habrá menor número de maestras y maestros que en la actualidad, por lo tanto, habrá miles de puestos docentes que no se cubrirán. Ante esta situación, las familias inscribirán a sus hijos en escuelas privadas. Entonces ¿para qué quieren más escuelas? Para quienes están alejados de las problemáticas diarias de la comunidad educativa, esta seguidilla de frases y razonamientos parecerían ser la estructura de una película macabra. Para quienes integran la comunidad educativa, lo es.
Nicolás Grushka, estudiante del profesorado de primaria del Normal 7, considera que, ante la enorme falta de docentes en las escuelas, “necesitamos un fomento real y estratégico de la formación docente. Eso implica muchas cosas pero es urgente un proyecto serio e integral de becas para quienes están en los últimos años de la carrera”. Ante la falta de docentes muchos de quienes están estudiando ya pueden tomar cargos sin estar recibidos. “Esto genera que cientos de compañeros tomen horas de clases y no puedan completar sus estudios porque no les alcanza el tiempo porque están trabajando todo el día. Como así también, tenemos compañeros que trabajan ocho horas por día y no pueden hacer las prácticas porque no pueden renunciar a sus trabajos”, agrega Grushka.