Desde la publicación de Carrie, en 1974, sólo dos años le llevó a Stephen King comenzar a estar en boca de todos. Y no fue debido a la novela que nos presenta la historia de la joven que domina la telequinesis, ni a su segunda novela (El Misterio de Salems Lot, 1975), sino al cine. Carrie, esa famosa película de Brian De Palma, fue estrenada en 1976 y se transformó en un éxito de taquilla y críticas, acercando a miles de nuevos lectores a este joven autor de Maine. Los resultados ya se pudieron ver con su siguiente novela, El Resplandor (1977), la cual se transformó en su primer bestseller. Y este «monstruo» creado por el catalogado Rey del Terror ya nunca paró de crecer. Para 1980, la adaptación de Stanley Kubrick (muy criticada por King debido a las licencias tomadas por el director) se presentó como una de las mejores películas de terror de la historia y fue objeto de incontables referencias en la cultura popular occidental, sin mencionar la influencia que tuvo en la pantalla grande.
Desde entonces hemos sido testigos de uno de los grandes fenómenos culturales que nunca ha detenido su crecimiento. Desde 1980 se han filmado más de 50 adaptaciones para cine y TV, publicado cómics basados en sus obras, producido adaptaciones teatrales, y hasta se ha estrenado un musical escrito por King en colaboración con John Cougar Mellencamp. Sus novelas se han traducido a 44 idiomas y se calcula que ha vendido entre 300 y 350 millones de libros. Ha incursionado en video juegos, aparecido en numerosos shows de TV (incluyendo Los Simpsons y Sons of Anarchy, entre otros) y hasta en una publicidad de American Express. Sus obras y adaptaciones siguen vigentes y en constante expansión. «