Con la confirmación de una nueva extensión, con variantes, del aislamiento social preventivo y obligatorio, los movimientos sociales vuelven a marcarle al gobierno nacional la necesidad de garantizar el abastecimiento de alimentos en comedores y merenderos, e impulsar y respaldar desde el Estado las ferias populares.
En diálogo con Tiempo Argentino, Gildo Onorato, dirigente de la UTEP y presidente de la Federación de Cooperativas de Trabajo Evita Limitada, desgranó por qué, según la visión de los movimientos sociales, tanto el Estado como los beneficiarios de, por ejemplo, la Tarjeta Alimentar, se mantienen como “rehenes” de grandes grupos concentrados productores de alimentos y cadenas de supermercados.
“Lo urgente es garantizar el abastecimiento a comedores y merenderos, no solamente a través del mecanismo de la Tarjeta Alimentar, que es limitado en su alcance, sino a partir de las redes comunitarias que tienen esos comedores y merenderos, y que son una fuente de asistencia y de articulación muy importante”, planteó.
“Está bien que se destinen recursos a la Tarjeta Alimentar. (Sus acreedores) son una población reducida respecto al total de las personas que necesitan alimentos. Y esa población va a comprar mayormente en los grandes supermercados. El problema de que el Estado no pueda comprar es porque efectivamente las empresas están especulando con esto. Como saben que los recursos van a ir a ellos por intermedio de la tarjeta, lo que hacen es erosionar esos ingresos, aumentando los precios en los grandes supermercados”, analizó Onorato.
“Por lo tanto, es imposible que podamos tener abastecimiento de comedores y frenar la inflación. Entonces, es fundamental generar otros mecanismos como, por ejemplo, mercados populares, ferias de alimentos frescos, ferias de la economía popular, todo lo que permita abastecimiento local, reserva de mercado en pequeña escala de los pequeños productores. Y de esa manera, ir construyendo un circuito económico y de consumo de alimentos distinto al que nos proponen los grandes supermercados y donde el Estado generalmente cae de rehén”, enfatizó.
“Hasta ahora, en esto se hicieron experiencias muy focalizadas, con muy poco apoyo del Estado. Está claro que no es eficiente el abastecimiento de alimentos y no tiene dinamismo, entonces, eso hay que revisarlo”, pidió Onorato.
También, para reactivar la economía popular, Onorato marcó que es clave “poner en funcionamiento pequeñas obras de infraestructura social, de saneamiento barrial y de saneamiento de espacios públicos, y de esa manera generar ingresos a través de trabajo”.