El paquete de reforma fiscal que impulsa el gobierno propone cambios importantes en el sistema de monotributo, que incluye tanto las escalas como los montos a pagar cada mes. Los detalles fueron incluidos entre los lineamientos que el Ejecutivo envió a los gobernadores de las provincias, para ser tratados en el marco de la nueva ley ómnibus (reducida en extensión y temas) que se enviará al Congreso a la brevedad.
La propuesta representa un aumento en los límites de facturación, aunque menos significativo que la versión anterior de la iniciativa. Sin embargo, la cuota a ingresar experimenta un incremento mayor que en la propuesta previa. Este desfasaje hará que, de confirmarse los números, la proporción a abonar por el monotributista en relación a sus ingresos sea mayor a la actual.
Según los trascendidos en base al punteo de temas girado a los mandatarios provinciales, en la categoría A (la más baja), el tope pasaría de una facturación anual de $ 2.108.288 a otra de $ 3.000.000 anuales, con una suba de 42%. Sin embargo, los tres componentes de la cuota se incrementarían en una proporción mucho más elevada: el impuesto integrado subiría un 139%, los aportes a la Seguridad Social un 112%, y a la obra social un 114%, totalizando así una cuota mensual de $ 26.100 en lugar de los $ 12.128 actuales (un 115% más).
Con la categoría B ocurriría algo similar: la facturación máxima sería de $ 4.000.000 por año (27,7% más que el vigente), pero el monto total del impuesto se elevaría a $ 28.580 por mes, con una suba de 110%.
Otra de las cláusulas del proyecto impone actualizaciones trimestrales por inflación, tanto para los máximos a facturar como para el monto del impuesto, en lugar del mecanismo anual que se ejecuta la AFIP. En 2023, el entonces ministro de Economía, Sergio Massa, dispuso una actualización semestral de los topes de cada categoría para evitar que los aumentos en la facturación, consecuencia lógica de la inflación, hicieran que los contribuyentes debieran pasar a una categoría superior.