Durante octubre se producirán elecciones municipales en Brasil. El 6, primer domingo de ese mes, sus 5568 prefecturas renovarán intendencias y cámaras locales; y dos semanas después, podría haber balotaje en las 68 ciudades con más de 200 mil habitantes. Si bien se trata de una elección de nivel local, la división de aguas nacional pesa en el armado de candidaturas de partidos, federaciones y alianzas.
El Partido dos Trabalhadores (PT) buscará recuperar el peso territorial perdido en 2020, en un intento de proyectar la performance del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. Por su parte, el bolsonarismo busca sostener una propuesta nacional que evite la dispersión de sus adeptos.
Si bien el resultado depende fuertemente de temas parroquiales, hay elecciones que serán clave para la presidencial de 2026, por la proyección de candidaturas. En ese sentido, por un lado Jair Bolsonaro hoy por hoy está inhibido para serlo, en tanto que Lula tiene la idea de generar un relevo.
De cara a esas elecciones, Tiempo Argentino conversó con Mónica Valente, una referente del PT, miembro del directorio nacional, y de la izquierda latinoamericana. Además es secretaria ejecutiva del Foro de San Pablo.
–¿Qué rol juegan las elecciones municipales de octubre en Brasil?
–Normalmente están caracterizadas por una disputa localizada, por el respeto de la vida de las ciudadanas y ciudadanos en sus barrios o ciudades, respecto al puesto de salud que ellos frecuentan, sobre las escuelas de sus hijos, la situación del transporte público. En fin, temas locales en general que son debatidos en las elecciones municipales. Pero este año, en algunas localidades, especialmente en las grandes ciudades, esos temas van a estar envueltos en una cuestión mayor, de disputa política e ideológica entre los sectores democráticos y la extrema derecha, que se viene organizando desde las elecciones de 2018 cuando Bolsonaro fue electo y sigue preparando y buscando especialmente su territorialización. Eso va a tener impacto necesariamente en las elecciones generales que ocurrirán en 2026, para los cargos de presidente y gobernadores. Pero tendrá un aspecto importante también, las encuestas así lo muestran, en la elección de diputados federales y senadores de ese 2026, porque es un momento donde esos liderazgos van a tratar de territorializar su representación para disputar las elecciones parlamentarias.
–¿Se puede afirmar que San Pablo es la madre de las batallas?
–Es una batalla importante, en la medida en que es la ciudad brasileña más grande. Más que nunca. Tenemos la mayor cantidad de electores sólo en la ciudad de San Pablo. Y por lo tanto, la disputa aquí adquiere una dimensión nacional. Aquí probablemente tendremos una mayor polarización entre las fuerzas de la extrema derecha y la derecha, frente a las fuerzas populares, de izquierda y democráticas. No sé si podemos llamarla la madre de las batallas, porque las elecciones son fenómenos importantes, donde no solamente quien gana o pierde es relevante, o la victoria o derrota son importantes para el escenario político, sino que también es la acumulación de fuerzas populares o de otro campo para el futuro de la disputa política. Por lo tanto, va a ser una de las batallas más importantes en sentido de la visibilidad va a tener a nivel nacional e internacional también.
–¿El PT está orientando a nacionalizar las campañas?
–El PT no orienta o deja de orientar la nacionalización o no nacionalización de las campañas. Porque tenemos la comprensión que cada ciudad, cada disputa es una propia disputa. Habrá casos donde será nacionalizada, como expliqué en la pregunta anterior: es el caso de la Ciudad de San Pablo, pero habrá casos donde las disputas serán extremadamente localizadas, de cuestiones muy parroquiales. Nosotros tenemos casi seis mil municipios en nuestro país. En cada uno de esos territorios, en cada una de las regiones de Brasil, es preciso que nuestro partido y nuestra federación, que también la compone el Partido Comunista do Brasil y el Partido Verde, orienten su estrategia hacia las y los ciudadanos del pueblo en cada una de esas localidades. Consideramos que esa siempre es la mejor estrategia.
–¿Cómo se está preparando la confrontación en San Pablo?
–Está en un momento de organización de las campañas. La planificación de las candidaturas de Guillerme Boulos-Marta Suplicy se está estructurando: el último 8 de junio fueron lanzadas las candidaturas. Son dos federaciones partidarias, que ya están en esa alianza, a la federación del PT, PV y PCdB se suma la de Rede-PSol (Partido de la Solidaridade), y también se suman a esas candidaturas compañeros y compañeras de otros partidos, como el PDT de aquí en San Pablo. Entonces, nuestra estrategia es de un Frente Amplio aquí en San Pablo, porque el actual prefecto, Ricardo Nunes, en primer lugar tiene muy mala imagen, por una pésima gestión. La ciudad está totalmente abandonada, el pueblo abandonado, y en segundo lugar, es un prefecto que se articula con el bolsonarismo aquí en la ciudad de San Pablo, tanto es que el partido de Bolsonaro debe indicar el vice en la fórmula del actual prefecto. En ese sentido, nuestra estrategia es de Frente Amplio, de reconstrucción de la ciudad para la atención de las necesidades del pueblo, rescatando las tres experiencias de gestión del PT, que siempre fueron bien evaluados, comenzando con Luiza Erundina (1988-1993), pasando por Marta Suplicy (2001-2005) y la de Fernando Haddad (2013-2016), fueron gestiones exitosas, muy bien conceptuadas. Tanto es así que el pueblo se acuerda de esas gestiones con mucho anhelo, sintiendo mucha falta de aquellas políticas sociales en el campo de la Salud, de la Educación, del transporte público o la seguridad, que los gobiernos del PT implementaron en la Ciudad. Esa disputa, va a ser entre dos proyectos de ciudades, una de todas y todos o una para pocos.
Adao Villaverde
15 June 2024 - 18:55
Muy buena, abzs.