El 12 de noviembre pasado, en una jornada histórica, la Cámara de Diputados de la Nación aprobó, por amplia mayoría, el Convenio 190 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) sobre la Eliminación de la Violencia y el Acoso en el mundo del trabajo. Esto convirtió a la Argentina en el tercer país del mundo en ratificarlo. Solo Uruguay y Fiji le precedieron.
El convenio cuenta con múltiples puntos interesantes, que innovan la manera en que se aborda la violencia laboral. Si bien ya anteriormente se hablaba de que no hay desarrollo sostenible sin trabajo decente, es la primera vez en que el concepto de trabajo decente se asocia a espacios de trabajo libres de violencia, y al de derechos humanos.
Por otro lado, establece que la responsabilidad en la erradicación y eliminación de la violencia laboral es compartida entre el Estado, los sindicatos y las organizaciones empleadoras. De esta forma, no solo establece que la responsabilidad por el desarrollo de espacios de trabajo libres de violencia es compartida entre estos tres principales actores de la sociedad; sino que los presenta como actores de cambio y de transformación cultural, entendida como colectiva.
Entre otros puntos innovadores, centra el abordaje en la subjetividad de la víctima, considera que las situaciones pueden suceder una vez o en repetidas ocasiones, y tiene en cuenta que la violencia y el acoso laboral afectan de manera desproporcionada a mujeres y grupos en situación de vulnerabilidad. Este reconocimiento, es clave para poder generar las estrategias adecuadas que permitan prevenir las violencias de género.
La aplicación es amplia, dado que incluye a todas las personas en el mundo laboral: desde trabajadoras/es formales e informales hasta voluntarias/os y personas en búsqueda laboral o que han sido despedidas. Además, hace referencia a todos los espacios donde podría suceder la violencia, incluyendo los medios digitales. Este convenio invita a la transformación cultural y al cambio de comportamiento. En vez de castigar, se enfoca en la promoción de acciones para prevenir las situaciones de violencia.
Para Argentina, la ratificación del Convenio 190 de la OIT implica que el país deberá confeccionar y enviar informes a la OIT todos los años que midan nuestro desempeño; y deberá adecuar y adaptar las normas y leyes para que éstas garanticen el derecho a un trabajo decente (en espacios libres de violencia) para todas las personas.
En relación a las organizaciones empleadoras, el Convenio 190 de la OIT promueve: la realización de evaluaciones y diagnósticos institucionales, para entender el punto de partida de su cultura organizacional; y el desarrollo de capacitaciones sobre las medidas existentes para la prevención y la protección contra la violencia laboral, ya que a la hora de lograr un cambio de comportamiento y una transformación cultural se requieren acciones planificadas y sostenidas en el tiempo. Asimismo, insta a elaborar y adoptar protocolos contra la violencia y el acoso en el lugar de trabajo, que aseguren espacios de trabajo libres de violencias; y hace especial hincapié en reconocer y mitigar el impacto de la violencia doméstica en el mundo laboral.
Desde Grow celebramos este nuevo compromiso para prevenir y erradicar la violencia laboral y propiciar culturas y espacios de trabajo inclusivos y libres de todo tipo de violencia. Invitamos a todas las personas a asumir el compromiso de generar ámbitos laborales, donde todos sus participantes puedan desarrollar sus tareas y crecer profesionalmente de forma íntegra, porque la transformación cultural es colectiva y la responsabilidad es compartida.