Miles de personas cantando contra la policía de Río de Janeiro se congregaron frente al Concejo Deliberante de la capital carioca para despedir a la concejal Marielle Franco y a su chofer, Anderson Pedro Gomes, asesinados a balazos en la noche del miércoles en el centro de la ciudad.
«¿Quién mató a Marielle?» y «Se tiene que acabar la policía militar» fueron los cánticos para homenajear a la dirigente del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) que había denunciado la violencia policial en las favelas y la intervención militar en la seguridad pública decretada por el presidente Michel Temer.
Los manifestantes también pidieron la renuncia del presidente Michel Temer.
Miles de personas de grupos universitarios, afrodescendientes, sindicales y centenares de los transeúntes del centro de Río se acercaron a homenajear a la concejal y a su chofer, ambos del opositor PSOL.
Los cuerpos son velados dentro del edificio de la Cámara Municipal de Río de Janeiro.
En varios puntos del país se realizan manifestaciones y uno de los focos es Salvador, capital del estado de Bahía, donde se congrega el Foro Social Mundial. Miles de personas salieron a las calles de Salvador para reclamar justicia.
«Conocí a Marielle el año pasado y desde ese momento comencé a admirarla. Mujer negra, fuerte, guerrera, militante, feminista, lesbiana, concejal. Ella incomodó mucho y tenía que molestar. ¡Somos todas Marielle! Todavía no sé el motivo real del crimen, pero sospecho que tiene algún vínculo con los últimos acontecimientos», dijo Mayra Vitorino, del PSOL de Pernambuco.