-En la AFA jamás preguntamos por el origen del dinero…
Esa frase es, posiblemente, una de las mayores matrices del negocio capitalista de la cancha chica del fútbol y de la cancha grande de la realidad. Una máxima filosófica que se le atribuye al casi eterno presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Julio Humberto Grondona.
La mejor definición de la fenomenal plataforma de lavar dinero que es el fútbol no solamente a nivel nacional.
Aquel teorema de Grondona hoy tiene multiplicadores, no solamente en la práctica deportiva si no también en la teoría política económica del actual presidente de la Nación, Javier Milei.
En una entrevista reciente, el periodista Alejandro Fantino le preguntó de dónde sacaría el dinero para dolarización y Milei le respondió que provendrían de los ahorros «de la gente» y de un régimen amplio de exteriorización de activos. Ante esa contestación, el entrevistador le planteó la posibilidad de que esa desrregulación permita ingresar divisas de origen ilegal; situación que tanto la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) como organismos internacionales deberían revisar.
“Me importa un rábano”, contestó Milei. Y agregó: «Algunas cosas que los políticos definen como delito para mí no son delito. Sin embargo, emitir dinero sí es delito. Reventarle la cabeza al pagador de impuestos no, eso está bien. Que 50 mil dólares puedan usarlos sin problemas te parece bien».
«Si quieren, que usen 50 palos verdes, me importa un rábano«, reiteró.
De allí que el gobierno insista en la necesidad de reformar leyes para que cada vez sean más flexibles los controles a las llamadas inversiones extranjeras.
No interesan los orígenes de los dineros ni tampoco que la riqueza argentina quede para el pueblo argentino.
El teorema libertario
La Argentina, aliada de la OTAN desde 1998, es decir aliada de Gran Bretaña, entre otras naciones, ha profundizado su dependencia con Estados Unidos. Diarios como La Nación y Clarín sostienen que la inteligencia que se está haciendo en el país es la que realiza la CIA, la mayor responsable de hechos terroristas en América del Sur y del mundo.
A eso hay que agregarle los dichos de un funcionario del Ministerio de Seguridad de la Nación que sostuvo que para combatir el «terrorismo» en Rosario había que bajar la edad de punibilidad a doce años como propone su jefa, la señora Patricia Bullrich. Ahora se conoció un «parte de inteligencia» en el que se mencionan amenazas «yihadistas» mezcladas con la «actividad de las organizaciones criminales apostadas en la ciudad de Rosario».
Algo burdo que solamente tiene sentido si se comprende que la decisión es meterle el mayor miedo posible a la sociedad rosarina en particular y argentina en general para convertir a las fuerzas armadas en policías nacionales y dejar las áreas estratégicas y vinculadas con las riquezas a los Estados Unidos. Patético momento del saqueo. De igual manera, hay que seguir insistiendo. Denunciar, organizarse y construir un proyecto político que esté a la altura de la gente que amamos.