A miles de kilómetros, en una conferencia a estudiantes de la Universidad de Florida, Miami, el presidente Javier Milei dio su veredicto sobre el dengue y la vacuna: no va a haber ninguna compra por parte del Estado. Eso podía saberse, viendo a un gobierno que tampoco está invirtiendo en medicamentos oncológicos o en las raciones a comedores.
Acá lo que se suma es el justificativo: según el mandatario, «no tiene ningún sentido» comprar la vacuna contra el dengue porque por un lado, cuando inmunice supuestamente ya no habrá mosquitos, y por otro lado, porque «recién se está probando en humanos». Algo que es refutado desde el sector médico y científico. De hecho miles de personas la recibieron tanto en nuestro país (sobre todo en el norte, donde es endémica la patología) como en vecinos, como Brasil.
De acuerdo al Boletín Epidemiológico de hace una semana, ya se se detectaron 232.996 contagios y 161 fallecidos. En ese marco, Milei habló del tema apuntando a Martín Lousteau que lo había cuestionado por el faltante de repelentes para combatir la epidemia. “He recibido la crítica muy torpe de parte de un senador, que además encima es economista. Se estaba quejando porque los repelentes estaban subiendo. Hay una epidemia de mosquitos, un montón de mosquitos porque no se hizo campaña el año anterior, sí, claro, hay mosquitos. Al otro año hay epidemia de mosquitos, el famoso dengue”.
El dirigente radical había sostenido que existía una falla del mercado por el desabastecimiento y el estado debía resolverlo. “Lo primero que hay que entender es que hay un elemento que hace que se dispare la demanda, lo normal es que se dispare el precio. Cómo un economista va a quejarse de que si aumenta la demanda aumente el precio. El chico está flojo de economía”, aseguró el presidente.
Acotó que “hay un montón de mosquitos como consecuencia de la campaña que no se llevó a cabo el año anterior”, durante el gobierno de Alberto Fernández. Algo paradójico porque el actual gobierno canceló cualquier campaña este año, tanto de concientización y comunicación, como de fumigación y descacharreo, lo que provocaría que la próxima temporada haya aún más mosquitos.
Respecto del faltante de repelentes dijo que “había una prohibición de importar” por lo cual su gobierno abrió la importación y, según dijo, “aparecieron los repelentes. El mercado lo resolvió solo. Los fallos de mercado no existen».
El sentido de las vacunas
Luego de esa primera exposición, Milei pasó a hablar del rechazo la adquisición de vacunas por parte del Estado: “Para que las vacunas sean efectivas, usted tiene que tener la segunda dosis. Si se aplica la primera hoy, la segunda se la tiene que aplicar en tres meses y los mosquitos para ese momento ya habrán desaparecido. Porque, de hecho, en este momento ya están desapareciendo, ya pasó el pico. Es decir, ¿qué sentido tiene? Ninguno”.
No solo eso. Luego acotó que “solamente está terminada en la fase 3 y está entrando en fase 4, es decir que se está empezando a probar en humanos para ver que no tenga efectos colaterales”.
E insinuó que la presión para que su gobierno promueva la vacunación desde el Ministerio de Salud, que conduce Mario Russo, es fruto del lobby de las empresas farmacéuticas: “Los laboratorios que tienen esas vacunas tienen mucho interés en que se apliquen. Entonces, usted tiene muchos ensobrados en los medios de comunicación y tienen cómplices en la política”.
Vacuna segura
A diferencia de lo que planteó Milei, la vacuna contra el dengue tiene su aprobación científica. La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) la aprobó hace casi un año. Las dosis son del laboratorio japonés Takeda para la prevención del dengue causado por cualquiera de los cuatro serotipos existentes del virus, en personas a partir de los 4 años, con o sin antecedentes de dengue, sin la necesidad de la realización de análisis de sangre confirmatorio previo a su aplicación.
El esquema completo incluye dos dosis que deben aplicarse separadas por un intervalo de 3 meses. Ya con la primera empieza a generar inmunidad. La vacuna también fue aprobada por la Agencia Europea. Y también en países como Gran Bretaña y Noruega, país mucho más frío que la Argentina (si se basara la cuestión en algo estacional del mosquito, como sugirió el presidente).
“La llegada de una nueva vacuna siempre abre una esperanza de prevenir una enfermedad y, fundamentalmente de poder prevenir el impacto más grave de la misma, sobre todo aquellos casos que pueden requerir internaciones y poner en riesgo la vida. En relación con esta vacuna contra el dengue, lleva varios años de investigación y desarrollo, que permiten confirmar su seguridad y eficacia, y puede ser administrada independientemente de que la persona haya tenido o no dengue previamente”, sostuvo en ese momento el doctor Pablo Bonvehí, jefe de Infectología del Hospital Universitario CEMIC.
En el estudio clínico TIDES, que incluyó cerca de 20 mil participantes sanos de zonas endémicas, con un seguimiento de 4,5 años, la nueva vacuna demostró, con dos dosis, reducir un 84% las hospitalizaciones por dengue y un 61% el riesgo de dengue sintomático, con un muy excelente perfil de seguridad. «El programa clínico completo estuvo compuesto por 19 estudios contando los que ya se han completado y los que siguen en curso y representa el relevamiento más grande jamás realizado por Takeda para un producto farmacéutico en sus dos siglos y medio de historia», sostuvieron desde el laboratorio.
Esta vacuna se basa en virus vivos atenuados, desarrollada a partir del serotipo 2 del dengue, que proporciona la ‘columna vertebral’ genética para los cuatro serotipos y está diseñada para proteger contra cualquiera de estos. En cuanto al almacenamiento, requiere conservación en heladera a una temperatura de entre 2 y 8° centígrados.
“El principal agente transmisor de la enfermedad es el mosquito Aedes aegypti –expresó Analía Urueña, Directora del Centro de Estudios para la Prevención y Control de Enfermedades Transmisibles de la Universidad Isalud–. La infección es causada por cualquiera de los cuatro serotipos del virus del dengue, cada uno de los cuales puede producir la fiebre del dengue o dengue grave. La infección por uno de ellos no confiere protección contra los serotipos restantes. Esta vacuna es tetravalente y demostró generar respuesta contra los cuatro serotipos»
«La evolución de la enfermedad causada por el dengue está relacionada con factores de la persona que se infecta y la manera que responde a la infección, el serotipo que infecta a la persona, y la consulta precoz,», acotó en ese momento Eduardo López, Jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez. Y completó: “El estudio de la vacuna en el que se realizó un seguimiento por 4,5 años demostró una eficacia en prevención de dengue sintomático de 61% y en prevención de hospitalización por dengue de 84%. Son cifras de eficacia muy contundentes”.
Silvana Bravo
13 April 2024 - 12:19
Ignorante que ignora su ignorancia. .....