El presidente Javier Milei reafirmó su alianza con Ucrania en el breve discurso que pronunció en la Cumbre por la Paz que se realiza en Suiza: «Mi máximo apoyo al pueblo de Ucrania y al amigo Zelenski, ya que como defensores de la libertad repudiamos cualquier forma de violencia y la guerra como mecanismo ilegítimo para dirimir conflictos entre naciones. La guerra no puede ser nunca la respuesta a problemas que deben saldarse en la esfera política», sostuvo.

Y agregó: «Es un paso importante para la Argentina estar en la Cumbre del G7 y luego aquí en la Cumbre de la Paz, luego de darle durante décadas la espalda al mundo».

Este apoyo llega luego de que Argentina fue incluida oficialmente en el Grupo Ramstein, un conjunto de 57 países naciones que apoyan a Ucrania en su defensa de la invasión de Rusia desde el 24 de febrero de 2022 mediante el envío de equipo y entrenamiento militar.

Milei y su comitiva llegaron a Zúrich desde Bari, Italia y allí se encontraron con la ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, quien no concurrió al G7.

Posteriormente todos se trasladaron a la ciudad de Burgenstock, cerca de Lucerna, donde se llevó a cabo la Cumbre por la Paz, que impulsa Zelenski con apoyo de la Unión Europea (UE) en el marco de la confrontación bélica con Rusia.

Más de 50 mandatarios participaron del evento, entre ellos Rishi Sunak (Reino Unido), Emmanuel Macron (Francia), Olaf Scholz (Alemania), Fumio Kishida (Japón), Mark Rutte (Países Bajos), Pedro Sánchez (España), Marcelo Rebelo de Sousa (Portugal), Ulf Kristersson (Suecia), Alexander De Croo (Bélgica), Justin Trudeau (Canadá) y Mette Frederiksen (Dinamarca).

También asistieron Gabriel Boric (Chile), Gustavo Petro (Colombia), Stephan Brunner Neibig (Costa Rica), Luis Rodolfo Abinader Corona (República Dominicana) y Daniel Noboa (Ecuador).

Milei fue recibido en el lugar por la mandataria anfitriona, Viola Amherd, y por Zelenski, con quien tuvo un cálido saludo. Milei viene de participar en la cumbre del G7, celebrada en el exclusivo complejo Borgo Egnazia, en las afueras de Brindisi, en Italia, donde mantuvo conversaciones con la presidenta local, Giorgia Meloni, y otros mandatarios e importantes directivos, como la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.