El presidente Javier Milei dio en el mediodía de este domingo su discurso en La Rural ante la patronal agropecuaria en el que repitió las consignas que viene enunciando desde diciembre pasado –la herencia, lo hecho hasta ahora, las promesas de un futuro hiperbólico.
Lo escuchaba un público que ya sabía que no habría anuncios ostentosos –fin del cepo, eliminación de las retenciones, nueva devaluación– y que si bien se mostró paciente, tal como lo pidió el titular de la Sociedad Rural en su intervención previa a la de Milei, no fue efusivo ni entusiasta en su reconocimiento al mandatario.
Milei se esforzó por mostrar su “compromiso” con los popes de la actividad. Afirmó que esa obligación es eliminar las retenciones e insistió en que cuando se termine de estabilizar la inflación se podrá «levantar el cepo» al dólar. Para la primera promesa no puso fecha y para la segunda mencionó diciembre como el mes objetivo. «Nadie tiene tantas ganas, y yo en particular, de salir de este esquema que, entre retenciones y cepo, le expropia al campo el 70 por ciento de la producción», enfatizó Milei.
De todas formas, aclaró que no hay un tiempo preciso para llegar a esa medida: «No nos importa la presión ni de donde venga, vamos a respetar el tiempo. El programa económico tiene tiempos y condiciones, hay que mirar la película y no solo la foto», subrayó.
«En el interín, seguiremos avanzando sin pausa las desregulaciones», sostuvo el mandatario nacional. que aseguró que “la debacle económica nacional comenzó cuando los políticos le dieron la espalda al campo”.
El jefe de Estado expresó su «admiración a los productores que todos los días salen a producir alimentos para 500 millones de seres humanos».
«Merecen ser llamados héroes», sostuvo Milei, que consideró que «cultivar el suelo es servir a la Patria».
En el palco principal lo escucharon la vicepresidenta Victoria Villarruel -con quien Milei tuvo un saludo frío y distante-; la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y varios ministros, entre ellos Luis Caputo (Economía), Mariano Cúneo Libarona (Justicia), Mario Russo (Salud), Federico Sturzenegger (Desregulación y Transformación del Estado), Diana Mondino (Relaciones Exteriores) y Patricia Bullrich (Seguridad).
También se sentaron en ese palco el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, los gobernadores de Chaco, Leando Zdero, y de San Luis, Claudio Poggi, y varios dirigentes, tanto del oficialismo como de la oposición colaboracionista.
Apelar a la paciencia
Si la falta de anuncios de Milei fue respondida con aplausos tibios fue, en parte, por el discurso previo del titular de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, quien bajó línea al auditorio al indicar que podría “centrarse en la queja y el reclamo”, ya que “existen motivos suficientes”, pero que prefería “apelar a la paciencia del hombre y la mujer del campo” y darle “un voto de confianza” a Milei.
“Señor presidente, los productores necesitamos la certeza de que va a quitar las retenciones”, arengó y criticó el tributo al considerarlo “un impuesto distorsivo, discriminatorio y confiscatorio” y “arcaico, aplicado intermitentemente en la Argentina desde el siglo XIX y que saquea a los productores”.
“Si se eliminaran, surgiría la respuesta inmediata de aumento de producción y de empleo y, en definitiva, el aumento en la recaudación de otros impuestos más equitativos. En cambio, lo que producen es el desaliento y la desaparición de productores agropecuarios”, abundó Pino, quien sabía del descontento en muchos sectores de la patronal agropecuaria, y que se fue manifestando en los días previos, como en un comunicado de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).